sábado, 30 de mayo de 2009

Ayer, hoy, Los Piojos y lo perdurable.

En diciembre de 1996 mi hermano, recién venido de buenos aires, me entregó en mano el nuevo disco de una banda que estaba destinada a durar: Los Piojos y su Tercer Arco. Ese mismo día, quizás descubriendo mi adolescencia, comenzaba mi primer fanatismo por la música.
Algunos meses después, sería yo el que comenzaría mis primeras armas en ciudad capital, y con ella conocer a mis futuros mejores amigos.
Los Piojos y yo vivimos, quizás contemporáneamente, nuestro propio crecimiento personal.
Trece años después, hoy, se despide aquella banda de mi corazón.
Cómodo, sentados a la mesa del Ruso, tomando los vinos de mi próximo casamiento, vemos como no se quieren ir.
No puedo dejar de pensar que algunas cosas, destinadas a la gloria, se terminan. El Ruso, Diega y yo, seguimos brindando por lo que vendrá.

viernes, 29 de mayo de 2009

Zoogimnasio

El que conversa y no hace nada. El que suspira fuerte. El que está TODO chivado. El que usa ropa elastizada tipo ciclista. El que hace ruido cuando carga y descarga las pesas. El que solo esta trabajado en el torso y tiene piernas de “escarbadientes”. La que usa calzas pero se pone un buzito en la cintura. La que va a levantar pibes. El que va a levantar pibes. El profe. El tímido que recién empieza. El que se mira al espejo todo el tiempo. El que corre en la cinta doscientas horas. El que deja todas las maquinas mojadas con su sudor. La señora gordita. Los que “tirotean” a la del buzito. El gorila que levanta dos mil setecientos kilos y más. El que inventa ejercicios. El que va con el papelito de la rutina a todos lados. El que deja las pesas por cualquier lado. El que va todos los días. El que escucha música con auriculares y canta. El que se detiene a ver todas estas cosas…

Nosotros egoístas

Nosotros egoístas, amigo, te fuiste y nos has dejado solo, con el tiempo y los pensamientos. ¿Te diste cuenta de los vacíos de tu ausencia? ¿Viste nuestras almohadas humedecidas por las noches? Es bello aquello que dejaste pero el recuerdo amargo de tus gestos, martillando en nuestras mentes. Palermo, los tambores sin consuelo y nosotros egoístas. Volverás en cada repique del cuero tibio y nuestras búsquedas en el fondo. El as del ritmo. Hoy ya no somos los mismos.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Peña Don Segundo Barrientos

Desde este espacio se saluda y alienta la creación de la Peña Don Segundo Barrientos.
A todos mis amigos con vivienda o destino en la Ciudad de Trelew, sugiero su lectura.

martes, 26 de mayo de 2009

Bocina

La bocina del vehículo amarillo y negro sonó cortita y lasciva. La cabeza asomaba por debajo del espejo retrovisor, oscura, lúdica. Los dientes sonrientes brillaron pese a todo.
El muchacho en la parada tuvo pensamientos racistas y despectivos. “Piropos para bañarse”, recordó una vieja definición.
La muchacha encorvada, timorata, con anteojos y el pelo sucio, de evidente baja autoestima, sonreía y se tapaba la boca torpemente.

Piedra

Los bogas de Farreira son unos truchos. Muy poco profesionales. Le sacaron a lo largo de todo el proceso como tres palos limpios. Y no hicieron nada. Bah, le mintieron todo el tiempo. Unos chantas”.
El emisario de Su Señoría, abogado también, informaba cuales eran las condiciones del “número uno” para que la sentencia salga favorable.
La decoración de la paqueta confitería también era de piedra.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Cambios

Sentado en su silla de hierro, color marrón, con solo sus hombros apoyados sobre el respaldo y sus largas piernas estiradas y juntas allá a lo lejos, los miraba a todos y a cada uno de ellos.
Había ido con ganas al encuentro después de tanto tiempo. Quería saber como estaban y escuchar de sus bocas las novedades que le habían comentado por ahí.
Mientras los miraba y pensaba en el tiempo que había pasado, se dio cuenta que fue solo eso: tiempo.
Sus personalidades no habían cambiado: el mentiroso, el simpático, el soberbio, el vanidoso, el pirata, el buen tipo, el ambicioso, el jodón, el fiestero, el imbécil. Todas ellas estaban ahí, escondidas detrás de sus caras amigas.
Un doble sentimiento lo invadió, contradictorio: la alegría del recuerdo y la tristeza por la inmutabilidad.
Pensó entonces, nuevamente, en el paso del tiempo y su porque. Advirtió que nada es casualidad, y las distancias no tienen un solo responsable. "La amistad es de iguales o hace a iguales", recordó que le habían enseñado.
Cuando lo invitaron a entrarse aún más en la noche, prefirió volver a casa al calor conyugal.

martes, 19 de mayo de 2009

Orgullo y soledad

Finalmente he entendido algo – me dijo el viejo mirándome desde abajo, levantando mínimamente su cabeza. Se frotaba las manos, a pesar de usar unos viejos y sucios guantes de lana que, por el tiempo, habían pasado a ser morados. Estoy cansado de la soledad de este camastro. Me he visto dormirme frente a la ventana más de una vez, esperando que se vean doblar por aquella esquina las luces de un auto que me venga a buscar. Ahora sé que es tarde y no podré remediar mi situación.
La silla de ruedas, en ese momento, estaba posicionada en paralelo a la cama, con el respaldo sobre la pared color celeste. El anciano dejó de frotarse y necesitó empujar las ruedas cuatro veces para llegarse hasta la ventana de siempre, pasatiempo preferido para esperar la muerte.
He estado equivocado, y vea usted joven que recién hoy termino de darme cuenta. Y lo hago en este cuarto solitario de un albergue rancio, como sus ocupantes. Sepa escuchar mi consejo – dijo enderezando la silla levemente en mi dirección, mientras yo tendía la cama – y advierta que hay sabiduría en mi palabras.
Me detuve un momento para esperar que empiece a hablar así podía continuar con mis tareas. Ya era cerca del mediodía, faltaban solo dos horas para mi cambio de turno. Tenía que terminar de acomodar todo el segundo piso. Lo miré y el viejo continuó: En la vida uno tiene que ser feliz. Siempre y sin excepción. Hay muy pocas obligaciones que son mas importantes que eso y comprenderá con el tiempo que su cumplimiento también lo hace feliz. Sepa que para pelearse esta la vida. Comprenda, que ahora puede, que la familia es lo más importante. Afuera de eso, no hay más. Yo no lo entendí y así lo estoy pagando. Peleado con todos y contra nadie en particular. Peleado conmigo mismo ahora por no haber entendido lo importante.
Dejó de hablar. Miró la ventana y junto sus manos nuevamente.
Cuando terminé de acomodar el cuarto, fui en busca del escobillón y me dirigí hacia la puerta. Estando por cruzar el umbral, retomó: la vida son sentimientos y emociones, nada más. Es sentirse bien con uno mismo y con los que lo quieren. El resto son anécdotas que el mismo tiempo se encargará de borrar. Si hay algo que lo incomoda o lo pone nervioso, va por mal camino. La vida es plenitud. La vida es felicidad. El orgullo solo se lleva bien con la soledad, y no es una amiga que le guste tener. Conserve su alma y su familia. Nada más. Sépalo que tiene tiempo. Después no diga que no fue avisado.
Le dije que si con la cabeza y cerré la puerta.
Me hubiese olvidado pronto de todo ello sino hubiese encontrado la habitación vacía, la mañana siguiente, en mi turno de limpieza.

viernes, 15 de mayo de 2009

No tan distintos

Me enseñaste a manejar, a jugar al fútbol, a las escondidas, a andar en patineta. A ser niño, joven y varón. Te admiré no siempre en silencio.
Te imité en mil cosas, hasta la forma de caminar, hablar y hacer reír.
Somos muy distintos, pero no hay muchas personas a las que me parezca tanto.
Pocos consejos son tan bien recibidos como los tuyos.
Hubo un tiempo en el que te extrañé mucho.
Hoy estoy contento por ser conciente de ello, la importancia de las cosas simples.
Y el futuro se muestra prometedor.
En tu día, un abrazo del alma.