lunes, 30 de junio de 2008

The Godfather (o del como perder a un amigo)

- Seguramente tengas algo para decirme
- No se.
- Bueno pero habrás pensado algo de todo esto.
- Si, pero no es lo que queres escuchar.
- Bueno, no importa. Es que quiero escuchar algo al menos.
- Nada de lo que estas esperando te voy a decir en este momento. Solamente que espero que hagamos un borrón y cuenta nueva.
- Ya te dije que eso no es posible. Por lo menos necesito que entiendas.
- Es que no soy culpable de nada y me parece que eso ya no es relevante.
- No se.
- Creo que es importante que te des cuenta que quiero volver a ser como antes.
- Ya nada es como antes. Menos ahora. Esperaba de tu parte una señal y sin duda que las has dado. No en el sentido que yo quería. En el contrario. Ahora no me sirve tu pedido. No es fácil cerrar heridas, y menos cuando se insiste en agrandarla. Si fuera posible cortar aquí en un apretón de mano, lo haría. Lamentablemente tendré que ver tu cara en cada fiesta familiar, domingo y feriado. Créeme. En otras condiciones, el punto final hubiese estado puesto hace rato. Ahora tendré que tragar saliva en cada conversación de la familia y guardarme las ganas de cagarte a trompadas.
- Es tu decisión.
- Esta tomada.

No hay comentarios.: