viernes, 18 de diciembre de 2009

Felicidad

8.30 hs. El auto en primera por la costanera. A la izquierda el mar pacífico y sus miles de luces por el sol. Este, amigo, abrazando la cara y el brazo, acodado sobre la ventanilla baja. La brisa acompaña en un refrezco de paz. Coldplay en la radio. Las gafas de sol y la sonrisa. La sonrisa.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Turno

- Si, buenas tardes. Si, es el consultorio de la Dra. Pestorutti. Si, hacemos evaluaciones neuro - cognitivas por Alzheimer. Si, bien. Dejeme ver…Martes 17 a las 14.30 hs. ¿Puede?...Bien. Si...¿No lo quiere anotar mejor?

Rebote

El reportero vivía la noticia profundamente. A cada paso sus nervios se nutrían del ambiente que lo rodeaba. Eso se notaba en sus notas. Su prosa evidenciaba realidad. Un golpe fáctico directamente a la mente de sus lectores.

Volvió de cubrir la inundación, y se metió en la pileta del hotel. Volvió de reportear al guardabosque por el incendio de las sierras, y se prendió un habano. Hoy lo vi entrar en el cabaret luego de entrevistar a esa estudiante de medicina que acusa de violación a su profesor.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Un saludo al respeto

¡Y si, Señor! Es así. Ahora le sangra toda la boca y no comprende, pero usted se lo merece. Si, Señor. Usted se lo merece. Tome un pañuelo. Ahora le explico. Si, haga presión sobre la nariz que también la tiene toda rota. Vea. Si. Cállese un poquito y escúcheme. Cállese que sino le doy de nuevo. Déjeme que le explique: usted me ha faltado el respeto. No es la primera vez. Si, usted. No me interrumpa que le doy. A mi no me interesa quien carajo es usted y mucho menos quien se cree que es. Si, usted. Realmente no me importa si es el dueño de este edificio, el presidente de la empresa o quien carajo mas: a mi usted me saluda como corresponde. Cada vez que me lo cruzo en la entrada o la puerta de la cocinita, abajo o donde sea, usted me tiene que saludar bien. Si, usted. Usted no me deja nunca mas con el saludo colgando. No me importa que yo sea el último pinche de esta empresa. ¿Y sabe por que? Porque el saludo no tiene nada que ver con las jerarquías. Tiene que ver con el respeto y la humanidad. Guarda que se le esta manchando toda la camisa de sangre. Y bueno, lo hubiese pensado antes. Ahora míreme. Acá, acá arriba. Deje la camisa que ya esta arruinada. ¡Me chupa un huevo la camisa! Cállese. Bueno, cállese entonces y no lo cacheteo más. ¿Me entiende? Se la mereció. Si yo a usted le digo “Hola”, usted me contesta “Hola”. Si yo le digo “Buen día”, lo mismo. Si yo le estrecho la mano, usted la agarra primero y me mira a los ojos, y no como el otro día en el ascensor que siguió mirando y charlando con el pelotudo del gerente de finanzas. Otro pelotudo que ya se la voy a dar. Bueno, bueno. Déjese de quejar que tampoco le di tan fuerte. ¿Le duele mucho? Bueno, bueno. El piso después se limpia. A ver, agarrese de mi hombro que lo llevo hasta la enfermería. ¿Puede caminar?

domingo, 15 de noviembre de 2009

Sepan...

Sepan ustedes que lo hago porque es lo mejor.

Sepan que me cuesta mucho la decisión.

Entiendan, si pueden, que uno las raíces las trae en la sangre.

Comprendan que allá esta mi familia y mi proyecto.

Pero sepan que es lo mas difícil que he tenido que hacer.

Sepan que los voy a extrañar a diario.

Sepan que van a estar en mis anécdotas por siempre.

Sepan que estaré siempre con ustedes. Sepan que lo voy a intentar.

Sepan que ya he vencido la distancia. Y que también lo haré por ustedes.

Sepan que fueron mi sostén todos estos años.

Sepan que fueron mi familia en esta jungla. Que los encontré en cada tropiezo.

Sepan que me han hecho feliz y eso es lo que se me está quemando el pecho.

Vean que la alegría de la vuelta se empaña por esa imagen del despido.

Sepan que me van a hacer mucha falta.

Y por esto estaré siempre regresando.

Sepan que por eso es mi cara y por eso mis silencios.

Sepan de mis lágrimas en este momento.

Sepan, siempre, que los quiero mucho.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Con todo respeto

Me encanta cuando la gente dice "Con todo respeto...", "No es por desmerecer..." o "Sin ofender a nadie..." para luego decir una frase que contradice la introducción. Hoy escuchaba a un periodista decir "Sin desmerecer a nadie, los jugadores del fútbol uruguayo son notablemente inferiores a los argentinos".

lunes, 19 de octubre de 2009

Retrato de una madre

Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor, y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados; una mujer que, siendo joven tiene la reflexión de una anciana, y en la vejez, trabaja con el vigor de la juventud; la mujer que si es ignorante descubre los secretos de la vida con más acierto que un sabio, y si es instruida se acomoda a la simplicidad de los niños; una mujer que siendo rica, daría con gusto su tesoro para no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud; una mujer que siendo débil se reviste a veces con la bravura del león; una mujer que mientras vive no la sabemos estimar porque a su lado todos los dolores se olvidan, pero que después de muerta, daríamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla de nuevo un instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus latidos. De esa mujer no me exija el nombre si no quieres que empape de lágrimas vuestro álbum, porque yo la vi pasar en mi camino. Cuando crezcan vuestros hijos, léanles esta página, y ellos, cubriendo de besos vuestra frente, os dirán que un humilde viajero, en pago del suntuoso hospedaje recibido, ha dejado aquí para vosotros y para ellos, un boceto del Retrato de su madre.

Monseñor Ramón Ángel Jara

domingo, 27 de septiembre de 2009

Domingo

Domingo lluvioso de mate y tortas fritas.

Diarios hasta la una, en la cama desordenada.

Domingo de tonos grises, y bucólicos placeres,

Noquis con estafado y bastante fiaquita.

Siestas reparadoras, domingo por la tarde.

Tarde de somnolencia y depresión para el lunes.

Agonía del fin de semana, tristeza desde temprano.

Noche de cansancio y pizza con cerveza.

jueves, 24 de septiembre de 2009

No es personal, es Personal

- ¿Pero no quiere conservar la línea con tarjeta?.
- No, quiero darla de baja.
- Pero es una línea de varios años con beneficio que hoy en día no se consiguen. Esta empresa privilegia a sus clientes mas antiguos.
- No, te dije que quiero darlo de baja.
- ¿Por que?
- Ya te lo expliqué.
- Bueno. Igualmente, le sugiero que conserve la línea.
- No quiero.
- ¿Y no podría dejársela a algún familiar o amigo?
- …
- Es una línea muy conveniente.
- Te dije que no.
- Porque si usted…
- Mirá, Flaca, yo se que no es tu culpa, pero estuve 45 días esperando un blackberry de la empresa de ustedes. Fui ochenta y cuatro veces a distintas oficinas. Lo necesito para laburar. Mandé mails, llamé a Atención al Cliente. Incluso avisé que me iba a cambiar de empresa si no me daban solución en breve. Esperé dos semanas después de eso. Voy, compro el equipo en otro lado, pido la baja, y ¿al otro día ustedes me avisan casualmente que tienen el equipo? No, mirá, todo bien pero no quiero nada mas con Personal.
- Comprendo señor, pero usted tiene la posibilidad…
- No, no entendés Flaca, no me digas nada más que nos sea que me das de baja la línea.
- Pero Señor, es un beneficio que le estamos dando…
- ¡Beneficio las pelotas! …Perdóname…
- No, está bien, no se preocupe. Se lo digo porque usted puede tener una segunda línea con tarjeta para…
- No lo puedo creer…
- Si, ¡créalo!
- No, que no puedo creer que sigas con esto.
- Es que es muy conveniente.
- Mira, vamos a hacer una cosa. Si lo próximo que me decís no es “doy curso a la baja de la línea”, voy a cortar y pido la baja en Defensa del Consumidor.
- …
- No quiero escuchar otra cosa.
- Está bien, Señor. Le transfiero con el sector que tramita la baja…

[Música de espera por cinco minutos].

- Buenas, tardes. Aquí tengo su solicitud de baja. ¿A que se debe el motivo?
- Ya lo expliqué a la otra chica.
- Si, aquí lo tengo anotado.
- …
- ¿Pero no quiere conservar la línea con tarjeta?.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Sorna

Ella, con el pelo teñido de cuantos colores encontró. El maquillaje color negro, igual que su ropa. Él corría en sentido contrario con su remera del Stade France, zapatillas brillantes y jadeo profundo.
Se miraron y rieron, cada uno por el otro. "Quién habrá muerto?" y "Que pelotudo" fueron sus pensamientos en esos momentos de sorna. Ambos pensaron unos cuantos metros en el otro. Ambos se sintieron culpables. Ambos se arrepintieron.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Pantuflas

Roció el alcohol sobre los colchones y harapos, y encendió decidida el fósforo con el que incineró el precario asentamiento armado en la vereda. Apuró sus pantuflas hasta la puerta del edificio e ingresó sin mirar hacia atrás.
Bajó a la media hora cuando las sirenas dejaron de sonar. El fuego parecía controlado.
Con la gente que se había reunido detrás de la cinta de seguridad puesta por los bomberos, comentó “Si, pobre muchacho. Pero era un maleducado. Insultaba a la gente que pasaba y hasta las escupía. Gente sin oficio ni beneficio”. Se dió vuelta y, despacio, dirigió sus pantuflas y ruleros hasta el sillón de su casa.

martes, 15 de septiembre de 2009

Original

"Desde que como el nuevo yogurt Activia con biopuritas..." - decía la voz en off de la tele mientras una mujer de unos treinta y cinco años introducía una cuchara en su boca con cara de placer absoluto - "...cago como un rinoceronte" - acotó Marcelo.

Elena, su mujer, ya no se molestaba en decirle que era un guarango, porque lo mismo él iba a agregar su comentario para después hacer su risotada de boca abierta, exagerada y sonora. De hecho, él ya tenía las publicidades marcadas y, cuando empezaban, sonreía y esperaba su momento. Cada vez que había una publicidad con productos para aliviar la pereza intestinal femenina, él acotaba algo. Después que la voz en off daba el pie, él hacía su show. Y tenía un variado abanico de comentarios: "Desde que probé el nuevo cereal de ciruela con fibras del monte Peperonato", el agregaba "...entorlo la porcelana", o "...me pistonean las cacarias" o "...me ronronea la escarapela".

Estuvo jodiendo con eso como tres semanas, hasta que se acordó de comentarlo con los muchachos en el café de los martes. Cuando lo hizo, a punto de explotar en una de sus máximas - con el dedo índice en alto -, la mayoría empezó a exponer entre gritos y festejos sus titulares: "venteo el ojo de pollo", "disparo la cacorna" y salvajadas de ese tipo.

Marcelo rió gentilmente y hasta asintió un par de veces ante nuevas intervenciones. Rápidamente cambió de tema y le empezó a dar a Maradona por lo hecho en las eliminatorias.

Nunca más jodió mientras escuchaba una publicidad sobre aceleradores del tránsito lento.

lunes, 14 de septiembre de 2009

El secreto del abrazo

En el sudor de estas telas, vuelan bajo tus caderas.
Imagenes del encuentro y miradas del recuerdo.
Paso revista por los huecos que han quedado entre mis dedos.
Vuelvo a oler entre mis brazos el perfume de tu cuello.
Pienso entonces en el momento en que nos hemos conocido.
El secreto del abrazo y la sensación de fermento.
Los días que pasan enteros y se vuelven madrugadas.
Las noches que no tienen encierro y las voces encantadas.
Tus pelos en el reflejo de la luz y las cortinas.
La sed del fuego violento y las vueltas de la vida.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Oscuridad

Oscuras las emociones que no se pueden expresar.
Lesivas acusaciones y celos al regresar.
Vacío es ese sonido, que sigue tras su mirar.
Dolor en sus ideas, tropiezos al caminar.
Espejos de sus temores y tumbas de la verdad.
Secretos entre sus dientes, brillante sinceridad.
Visiones allí en su frente. Mentir es desconfiar.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Colorblind

[Boton derecho del mouse, aquí, y abrir una ventana en una ventana nueva ]

I am colorblind
Coffee black and egg white
Pull me out from inside
[Puerto Madero y su viento frío le daban en las mejillas coloradas. Los ojos también lo estaban]
I am ready
I am ready
I am ready
I am
Taffy stuck, tongue tied
Stuttered shook and uptight
Pull me out from inside
[Estaba seguro que iba a decir que si. Lo estaba verdaderamente. Todo un golpe]
I am ready
I am ready
I am ready
I am...fine
[Su primera apuesta. Su primera derrota. Ese nudo en la garganta]
I am covered in skin
No one gets to come in
Pull me out from inside
I am folded, and unfolded, and unfolding
["¿Porque dijiste que no? ¿Acaso no lo viste venir? ¿Porqué me dejaste llegar hasta ahí? Yo nunca quise ser tu amigo..."]
I am
colorblind
Coffee black and egg white
Pull me out from inside
I am ready
I am ready
I am ready
I am...fine
I am.... fine
I am fine
[La música suena, él piensa y Puerto Madero sigue golpeando con su frío viento]

viernes, 28 de agosto de 2009

Tus huellas y sus esquinas

Como en un flash, nadie lo mira alrededor. Ese tipo de oscuridad no podía ser notado por nadie más. Dejándose arrastrar por ruidos internos, locuras y demonios, que despejaban su mente hasta que el mundo lo volvía a golpear con sus puños. Un esclavo dándole un baño de luz a sus retinas, esperando que el ruido lo venga a buscar. “Yo te quiero conocer igual”, al limite de sus ojos y su conciencia. Solo él y nadie más.
En algún pliego secreto, allí debajo de su corazón, todo escrito estaba. Las huellas pequeñas llegaban hasta la esquina y desaparecían. Rindiendo exámenes de conciencia, nunca supo de que estaban hablando. Lucía tan atractiva hoy. Pero se paro y se fue, por aquella esquina. “No solo era acostarme con vos“. “No juegues así conmigo, soy así de simple“.
Su casa era un abrazo con aromas, con adoquines en los pisos y chapas en los techos. Lo asustó un instante de sinceridad, tosiendo la verdad. Una guerra entre dos buscando su lugar. La soledad, sombría, perdió su naturaleza divina. Por las noches, desespera. Camina por el cuarto, el baño, la casa. Baja las escaleras y mira para la esquina. Se hace de día y ya no cree ver las huellas. Lo importante es olvidar. Sentado sobre el escalón de ladrillos viejos, mojados por la lluvia reciente, no le interesaba la humedad en su pantalón. Sus manos estaban hace rato sobre su rostro, presionando hacia abajo. Los parpados arrastrados dejaban ver la parte interior de sus ojos, entre amarillentas y moradas.
No se que son aquellas luces“, otra vez, que buscan la imitación arrogante del silencio y la oscuridad. Las luces van y vienen, golpean los parpados ahora cerrados. Oye un cometa gritar. “Arrogante yo“. “Cagon, te vas de bruces“.
Su cabeza esta llena de grietas, cubierta de farsas, el presente repite el pasado y el tiempo no para. “Vos me estas mirando y yo voy a caer, colgado en tu sien, desaparecer una vez mas. No me ves pero ahí voy, detrás de tus pasos y huellas, ahí voy, en busca de mi prisión con llaves que solo cierran“. La lluvia de nuevo le pega de frente con sus piernas que tropiezan sus rodillas. Cada vez que llega a la esquina es otra cuadra que debe recorrer, detrás de una esperanza eterna. Un pacto para vivir, le propuso. En los restos del amor que quedaba en aquella conversación. Un camino recto y simple para sobrevivir. Ella no acepto. Se paro y se fue. No solo quería acostarse. Se lo dijo. Desenlace en un cuento de terror, que ahora lo trae caminando. Buscando ya casi otro cuerpo, otra voz, consumiendo inviernos, para salir de ella, intoxicado, loco y sin humor.
No me hubieras besado esa noche, porque esa misma noche encontré el amor. Como te extraño mi amor porque será, me falta todo en la vida si no estas. Te extraño tanto que voy a enloquecer“. Confía en el paso del tiempo como otra solución para encontrar la calma, se arrodilla en su pecho para encontrar la ternura perdida, en los brazos ajenos, esporádicos y tarifados. Nadie espera por el. “A ver si alzando las copas forajidas vienen un cielo de enfermeras para lamer sus heridas de amor. Una enfermera del amor. Por las noches la soledad desespera”.
Si hiciera una lista de sus errores. De los menores hasta los peores. Expusiera sus heridas, los fracasos y mentiras. Arriba estaría ella, sus huellas y esa esquina. Con la paciencia del mar esperará y, de sus olas, la confianza y la fuerza. Si hiciera un viaje a sus adentros y sobreviviera a los lamentos. “Necesitaría fuerzas para decir cuanto lo siento”. Si volviera a comenzar, no tendría tiempo de reparar esas huellas y sus esquinas.

jueves, 27 de agosto de 2009

La cobardía de un fuego violento

Los gritos me despertaron bruscamente. Levanté la cabeza y mi litera estaba ahí, frente al kiosco sobre Avenida Corrientes. Con los ojos entrecerrados alcancé a ver el humo que salía de un edificio, en frente en diagonal. Detrás del humo, las olas del fuego iluminaban el techo y las paredes de una habitación del tercer piso. Confuso, no le di mayor importancia y hasta pensé que era hermoso.
Cuando me reincorporé segundos después, la calle ya había sido ocupada por decenas de curiosos y el fuego, violento, ya había tomado ese piso, otros y el edificio continúo. Los gritos y la desesperación de la gente sonaban angustiantes. La velocidad en que se propagaba el fuego era sorprendente. Ojala tuviera esa voluntad en mi vida, pensé.
Había gente que saltaba directamente desde las ventanas para escapar del infierno. Algunos conseguían caer parados. Otros no.
Un policía, algo gordo, salió del edificio y con movimientos laterales de sus piernas, enfrentándo al público, exigía con sus brazos y a los gritos que colaboren en el socorro de las víctimas. Solo unos pocos le hicieron caso.
Tomé en dirección hacía la esquina, corriendo, dejando atrás los pocos harapos que hacían mi cama. Sentí vergüenza de mi cobardía, pero no creo que alguien se haya dado cuenta.

martes, 18 de agosto de 2009

Romance de Guillermo y Pamela (por Daniel Perez)

El romance comenzó
De manera muy humana;
Guillermo tenía un amigo
Y el amigo tenía una hermana.

Señorita muy valorada,
Rubia, menuda, galesa,
Dueña de muchas virtudes
Y de ojos color turquesa.

No quiero entrar en detalles
Ni mencionar cierta esquela,
Baste decir que Guillermo
Se encandiló con Pamela.

Ella entonces cursaba
Su querida psicología
Mientras él tragaba libros
En la facu de abogacía.

El asunto no fue fácil
Porque vivían muy alejados;
Saltaban de bus en bus
Como bichos enamorados.

Fueron pasando los años
Y la cosa se empiojaba;
La novia andaba ceñuda
Y el novio se le escapaba.

Cuando él se recibió,
Rápido como un potrillo,
Ya no podía esquivar
El asunto del anillo.

Pero siempre existen recursos,
¿Quién dijo: no hay tu tía?
Guillermo se puso bravo
Y empezó una maestría.

Había que esperar también
El título de Pamela,
Para llegar al altar
Sin deber nada a la escuela.

En resumen, caballeros,
Siete años duró el noviazgo,
Muchos ya se olfateaban
La llegada del hartazgo.

Pero el novio era de ley;
Rápido como una flecha
Compró el anillo un día
Y la cosa estuvo hecha.

Pamela, mi dulce flor,
Mi hermosísima princesa,
Quiero casarme con vos
Y poner sushi en la mesa.

Quiero una linda fiesta
Con champán y con helados,
Para que chupen y bailen
Toditos los invitados.

Así empezó la historia
De este lindo casamiento,
A las promesas sinceras
No las disipa el viento.

(Daniel Perez) - Ingresar aquí.

jueves, 13 de agosto de 2009

Empanada

"Decí "Empanada"...Estoy embarazada" (Alfredo Casero - Tratame Bien - 12/08/2009)

Estampitas

Parroco: ¿Porqué haces eso?
El Alemán: Porque hice una promesa.
(La gente que estaba por ahí, cerca de la puerta de salida, comenzó a mirar curiosa)
P: Para hacer esto me tenes que pedir permiso a mi.
EA: A si?
P: Si. Y además tenés que hacerlo después de la celebración.
EA: Pero no estoy molestando a nadie. Estoy en la salida. Y se las doy a quienes se están retirando.
P: No importa. Una vez que termine, entregas lo que quieras. Pero del lado de afuera. ¿Sabes cual es la mejor forma de cumplirle una promesa a San Expedito?
EA: No, ¿cuál?
P: Viniendo a misa.
EA (visiblemente ofuscado): Mire usted. Y para regalar estampitas del otro lado de la puerta, ¿también le tengo que pedir permiso a usted?
P: Si.
EA: Mire usted.


P: ¿Sos de la zona?
EA: Si (cortante).
P: Tenes que venir más a Misa.
EA: Aha (con cara de orto).
P: Te enojaste…
EA: Por supuesto.
P: ¿Por que?
EA: ¿Que le parece? Ud. no es quien para venirme a decir si puedo repartir estampitas o no, ni adonde. La Iglesia en definitiva no es suya.
P: Si, es mía…y tuya.
EA: Entonces tengo todo el derecho de regalar estampitas.
P: Si.
EA: Y tampoco tiene el derecho a decirme lo que prometo, a quien le prometo y como lo cumplo.
P: Te enojaste…
EA: Por supuesto.

martes, 4 de agosto de 2009

Segundo trago

"Cuando los hielos del wiskey se derriten, se forma un segundo trago" (The Office).

Tintorro

"¿Y porqué estas en el baño tomando vino?" (P.L., 01/08/2009).

lunes, 20 de julio de 2009

Prioridades

"¿Que preferís? ¿Tener razón o ser feliz?" (I. Williams, MSN).

Corriente

"Así es, mi amigo, me he cansado. He luchado contra esta corriente y he resuelto renunciar. Podría salirme del curso del río y tomar aquellos caminos pero, en el fondo, es cierto, el agua es mi lugar. He perdido y son inútiles mis brazadas en contrario. Todo lo quiere, todo lo puede, y todo lo consigue, este caudal revoltoso, rebelde y dictatorial. Mas que decidirme, me he dado cuenta. Lo he comprendido. No tiene sentido, si uno quiere vivir su humedad, el contrariar su viveza. No lleva importancia cualquier esfuerzo en contra sentido. Quedan muy pocos salmones y, sin dudas, yo no soy uno de ellos. Este río sordo pero no mudo ha logrado doblegarme. Ha encontrado mis flaquezas, acabó con mis reservas, conquistó mis voluntades.
Es así mi amigo, hoy se abre otro camino. El camino de la corriente, el pasaje del silencio y la ruta de la singularidad
".

jueves, 16 de julio de 2009

Olvido

Miré, en el fondo, el espacio vacío de la cómoda y allí estaba.
Un sentimiento escondido, de varios años hasta ver la luz.
Caído y olvidado, estaba cubierto en polvo y susurros, como si me quisiese decir algo y sus voces se hubiesen retirado, hace tiempo.
Lo tomé con ambas manos y lo puse frente a mi. Lo miré con ternura, y le dije que me perdone. Le acomodé los suspiros y lo llevé hasta mi oído. Las voces seguían imperceptibles y mi corazón comenzó a ponerse gris.
Tomé una de las lágrimas de mis mejillas y humedecí sus labios. Volvió a intentar hablar. Esta vez el hilo imperceptible de voz, logró reforzarse hasta emitir algún sonido engañoso.
Caí sobre mis rodillas y no pude contener el llanto y mis voces de lamento. El pecho cerrado encorvó mi espalda y apoye el sentimiento sobre mi boca.
Lo miré nuevamente y fue él quien tomó varias de mis lágrimas para refrescar su cara.
Me hizo señas para que me acerque. Lo hice hasta apoyar una de mis mejillas contra él.
Me abrazó y se apoderó de mi, mientras mis manos fueron a cubrir mi rostro.
Se acomodó frente a mi oído nuevamente y susurró con vigor: “Soy tu tristeza”.

El pez por la boca muere.

6 de Febrero de 2009.

Gaby, fanático de River, 45 años: Este campeonato, bosteros, olvídense. Con el Muñeco y el Ogro Fabbiani, son boleta.
Yo, sosteniéndo el celular en alto con la función de grabador encendida: ¿Y que me decías del Milán?
Gaby: ¡También! El Manchester, el Milán…¡que vengan todos! El Fenerbache, ¿cuál mas? El “Ackman” holandes. Que venga el Porto, el Porto…

miércoles, 8 de julio de 2009

Valores

Millions of people, everyone out for themselves.
Can this really be the only way?
No.
Here's to honour;
and to gallantry, long may it live.
Here's to doing the right thing,
to giving a damn.
Here's to the straight-talkers;
who give their word,
and keep it.
Here's to freedom,
wherever you find it,
and to knowing the true meaning of wealth.
Here's to the brave among us;
Here's to a code of behaviour
that sets certain men apart from all others;

Here's to us.

(ver video)

Subtelandia

El que escucha música con auriculares, mueve la cabeza y toca una batería imaginaria. El que se hace el dormido para no ceder su asiento. El que agacha la cabeza para no ceder su asiento. La señora que resopla porque no le ceden el asiento. El que quiere sentarse aunque solo haya 10 cmts. de espacio. La petisa que llega cagando a las arandelas para agarrarse. El nene que te quiere dar un beso. La que quiere subirse antes que se baje la gente. El que se sube y mira para todos lados en busca de un asiento libre. El que se tira de cabeza para sentarse, una vez que ve ese asiento. El que se encara la minita del vagón, de parado y de la nada. Los que hacen sonrisas escuchando al lancero. La minita que se hace la boluda pero le sigue el juego. El que se agacha para ver el cartel de la estación. El que entra corriendo para que no se le cierre la puerta. El que no llega y se engancha con la puerta por la mitad cuando esta cerrando. El turro del guarda que le cierra la puerta a ese boludo. El que empuja para entrar. El que lo putea y le dice “¿¿¡¡Donde queres que vayamos, la puta que te parió!!??”. El punga que esta vestido con traje mersa y camisa de colores vivos, y relojea para ver a quien puede afanar. Los turistas que estan con caras de contentos. La parejita que va apretando. Las adolescentes que gritan. Los freaks. Los que miran a los freaks. El que se la pasa mirando a las minitas que están buenas. El que se queda dormido, se despierta en una estación y sale corriendo. El que le pedís permiso y no se corre. El que pide permiso y el que no. El que va en su mundo, mirando a la nada. El que le lee el diario al de al lado. El que mira a todo el mundo.

Briganti

Hombre (sentado en un sillón, de espaldas a la vidriera): ¿Cuanto sale esa? (señala el par de botas que tiene su mujer en la mano).
Mujer: $650.
Hombre: ¡Epa! (Dirigiéndose al vendedor) Te hago una pregunta: ¿No hay botas de montar, como quiere ella, entre $300 y $400 y pico?
Vendedor: No, van desde $500 a $700 aproximadamente.
Hombre: ¿Entonces porque ponen un cartel en vidriera que dice “Botas $249”?
Vendedor: Porque es este modelo (señalando un par de botas cortas, de suela de goma, visiblemente inferiores), pero solo me queda en 43.
Hombre: (dirigiéndose a la mujer) Son horribles.
Mujer: No me gustan.
Hombre: Ya se. A mi tampoco. Además, ¿que mujer calza 43?
Mujer: No se, Gordo. Yo no.
Hombre: Ya se. ¿Y la que estaba acá atrás en vidriera, Gorda? (señala para atrás con el dedo pulgar).
Mujer: Son las mismas de $650.
Hombre: ¿Son las mismas? (se da vuelta sobre el sillón).
Mujer: Si.
Hombre: A ver (toma el par de botas que estaban detrás, expuestas en vidriera)…Tenés razón.

Dueño: (se acerca presuroso al Hombre) ¡Señor! Todos los productos que están en exposición, también están en el salón para que usted los vea.
Hombre: …
Dueño: Ese producto también lo está.
Hombre:…
Dueño: …
Hombre: ¿Usted me esta diciendo que deje la bota entonces?
Dueño: Así es (cortante y serio).
Hombre: ¿Y porque no me lo dice directamente? (se para con la bota aún en la mano).
Dueño: Por que no le puedo decir eso…
Hombre: (visiblemente enojado) ¿Porque no?
Dueño: (visiblemente alterado) Por que se lo tengo que decir de otra forma, de buena manera….
Hombre: Bueno, no lo hizo. Está haciendo un escándalo porque levanté la bota un segundo.
Dueño: Deje la bota, señor (tendiendo su mano derecha).
Hombre: Acá tiene su bota de mierda…
Dueño: Gracias.
Hombre: Somos clientes con mi familia. Sepa usted que hemos comprado muchísimas cosas en este local. No me merezco un trato así. Es la última vez que piso este negocio.
Dueño: Me parece muy bien (dejando la bota en la vidriera).
Hombre: (tomando de la mano a su mujer, en dirección a la puerta) Viejo histérico de mierda.

Dueño (por lo bajo): Pendejo pelotudo.

lunes, 6 de julio de 2009

El frío sudor

El frío sudor llega, a veces, de imprevisto.
Se posa vacía y desnuda, entre los ojos,
y se lleva el color de las mejillas.
El frío sudor esta en el sur, corriendo por las calles.
Pensando una buena excusa para que digas.
Y no pienses que esto ha sido injusto.
El frío sudor de tus ojos, aprieta tu sien,
y hunde las heridas.
El silencio apagado de febrero y en las luces de la fiesta,
estará ella volando entre nosotros. Vendrá a visitarte
Y contarte que ha estado contigo. Sentirás su presencia,
Y dirás que nunca se ha ido.
El frío sudor hoy te asusta y te deja entre sollosos.
El frío sudor nos ha dejado mudos, buscando palabras,
consuelos y respuestas.

viernes, 19 de junio de 2009

Ojos

Soy el que esta sentado en la silla de madera, junto al sofa. Soy el que tiene un fernet en la mano y trata de iniciar conversacion con el resto de los presentes, quienes insisten en mirar la pantalla y realizar sonidos alegoricos ante cada intervencion de sus personajes.
Soy el que cada par de minutos pide que se dejen de hinchar las pelotas y las miradas dejen de ser unidireccionales para ser redondas.
Soy el que niegan e insultan despues de cada una de esas intervenciones.
Soy el que piensa "no vengo nunca mas".
En esta era digital, sigo pensando que una reunion de amigos requiere de eso y no de mucho mas que ciertos elementos de copetin. No deberia hacer falta una pantalla. Menos un complejo sistema de computación.
Tengo para mi que estos sistemas atentan contra las relaciones humanas. No las atraen. No las fomentan.
Soy el que escribe en su blog respecto de las maldades de estos juegos por computacion. Y tambien es insultado. Vayanse uds ahi donde me mandan y dejenme de joder con sus jueguitos de computación. Fucking Playstation.
Yo prefiero estar en la vereda de los que se miran a los ojos.

jueves, 18 de junio de 2009

Eine schwarze Rose

Eine schwarze Rose Leben auf dem Altar der Erinnerung.
Hat gekrackte die Blüten von Salz und weint.
Withers, Biegen auf die Sonne aus dem Fenster
Und atmen den Staub der Jahre.
Die Stammzellen, trockenes Wetter, hat keine Dornen.
Nur beschädigt und verletzt und Trauer in ihrem Auftreten.

Longitud

"Ni que la tuviera tan larga che (si la tuviera larga andaría en bolas por la vida, quizás una bufandita para la garganta)" (Escoces dixit).

miércoles, 17 de junio de 2009

La soledad (in)segura

Juan Carlos tiene 36 años y es arquitecto, de vocación escritor. Es una persona dura, rayana la agresividad. Tiene personal a cargo en la empresa donde trabaja. Con ninguno de ellos logró generar una relación amena. En general es inseguro y, por eso, autoritario. No suele aceptar críticas y es reacio a delegar funciones. Como primera medida, desconfía de la gente y se deja llevar por primeras impresiones, siempre negativas.
Por las noches escribe en un blog, parecido a este. Se hace pasar por un adolescente, oscuro y perdido. Escribe sobre todas sus frustraciones, secretos y miserias, esperando que alguien le conteste en los comentarios. Muchas veces siente la necesidad de contarle a sus conocidos sobre su espacio, único medio que lo hace sentir orgulloso. Necesita mostrar que también él puede generar sentimientos francos, sinceros y sensibles. Siente orgullo por las decenas de comentarios que despiertan sus textos, pero a su vez lo invade la tristeza al advertir que todos ellos provienen de desconocidos que nada tiene de real en el mundo en el que él vive.
Es soltero y no tiene ningún plan serio a la vista. En general, se siente una persona sin atractivo físico e incapaz de gustarle a alguien. Ha desistido de las citas a ciegas. En todas ha fracasado. También ha abandonado las salidas nocturnas, desilusionado de sus resultados. En sus ojos se advierte que es lo primero que piensa cuando le presentan a alguien.
Por las noches se acuesta temprano para no pensar en sus vacíos. Así vive Juan Carlos, en su departamento de tres ambientes y oficina de puertas cerradas. Cubierto de inseguridad, impotencia, soledad y frustración. A veces lo recuerdo y me invade la pena. Me consuela pensar que, algún día, advertirá que la causa de sus tristezas es su inseguridad con sus defensas.

martes, 16 de junio de 2009

Aullidos

Tarde de sol. El Super 11 se eleva por el carril izquierdo de Panamericana a la velocidad que el viento y sus suspensiones lo permiten. Vibran el motor y sus venas. Tarde de fútbol, tarde de amigos. Mate, charla de minas y otros menesteres masculinos. Está por comenzar el tema del disco, se bajan las ventanas y se sube el volumen al máximo. “Bueno, primeramente quisiera saludar… AL VICIRIERPRESENTIQUISARAKAR....”. Aullidos con cuerpos que salen por la ventana acompañando al burrito sencillo, risas y un sábado que llena el corazón.

(Saludos Dieguito, a ver si te dejas de joder y volvés a casa).

jueves, 11 de junio de 2009

Recuerdos de invierno

Este fin de semana nos vamos al campo de mis suegros con mi familia, me dijo ella, ahora, antes de que empiece el frío”.
La abuela hervía el agua en noches como esas y le preparaba a Benajmin su bolsa de agua caliente con forma de gatito. Jugaba con él mientras se sacaba los dientes postizos e iba a su cama a meter la bolsa felina. En el calentador de kerosén de la cocina se cocían semillas de girasol que comían todos ávidamente. El abuelo le convidaba a Marcos sus gomitas de menta. La televisión daba las imágenes del noticiero rural de Bahía Blanca.
Al rato – temprano, siempre – era momento de enfrentar la fría cama. En realidad, para Banjamín, era la oportunidad de distraerse un poco y olvidar la oscuridad mas pesada que conoció. Corría la bolsa con las piernas de un lado al otro. Tenía que matar el “friíto”. El silencio de la calle también era profundo, intenso.
La mañana y el café humeante sobre la mesa – el mejor del mundo -, el abuelo llamándolo doscientas veces a Marcos para que se levante. Todos leyendo “La Nueva Provincia”, muy abrigados, y de brazos cruzados. La abuela yendo y viniendo. Y Benja esperando que el abuelo salga y le diga que, en la chata y sobre sus rodillas, maneje el volante.

martes, 9 de junio de 2009

Reicito Atchis y la Protectora

El infante, Reicito “Atchis”, se escondía en su fortaleza, asustado por el temor de los ataques. Las paredes de su reino pendían solo del equilibrio y él, encerrado, solo confiaba en su Protectora. Reía y lloraba, de la alegría a la tristeza, ánimos que cambiaba solo cuando la veía a ella.
El terrible enemigo acechaba y planeaba su secuestro, siempre impedidos por su dulce Protectora.
El infante Rey, regordete, blanco y rosado, se sentía preferido y feliz, a pesar de los peligros. Ella siempre lo cuidaba, ella siempre lo abrazaba. Amor y ternura es todo lo que ella inspiraba.

Muchas cosas cambian. Otras no tanto: tu dulzura y cuidado siguen estando. Feliz cumpleaños, “Tatita”.

lunes, 8 de junio de 2009

Vestido para el olvido

Lo miré en forma despectiva mientrás se subía el pantalón, apurado. Asumí que estaría pensando las palabras que iba a decir, mientrás se abrochaba la camisa. Me anticipé prendiendo el televisor. Arrepentida, me cubrí con las frazadas hasta la pera y empecé a cambiar de canal. Hizo varios viajes del baño a la pieza. Sacó algo de la heladera y lo volvió a poner. Volvió al cuarto otra vez. Pensé que por el horario y sus zapatos de taco de madera, el de abajo no estaría muy contento. Advertí que era una situación repetida y quería facilitarnos las cosas. Reflexioné sobre los pensamientos antagónicos que dependen del momento. Me saludó con un beso en la mejilla. Se puso el abrigo y salió de la habitación. La puerta de entrada sonó seca. “Nunca más también debe estar pensando", me dije. Apagué el televisor. Me di vuelta en la cama, apurando el sueño para que el despertar se vista de olvido.

A nada...

En vistas del cotejo del sábado, lo observado en la altura de La Paz y en el convencimiento de que varios carteles alegóricos y valientes no conforman un correcto planteo táctico, me pregunto para que ha sido designado el Sr. Carlos Salvador Bilardo conjuntamente con el Sr. Diego Armando Maradona.

Seré breve: dos lineas de cuatro, con dos laterales que vayan. Masche y Gago en el medio, con dos volantes por las bandas, que vayan y/o jueguen (sugiero la fiera Rodriguez y Lucho Gonzalez). Arriba Messi y Carlitos (en su defecto Higuain).

Positivo

No te ciegues en negatividad. No cierres los ojos cuando amanece.
No pienses que todo esta perdido ni creas que se ha arruinado.
No vayas en contra de tu energía. No corras contra tu corriente.
No busques donde no hay salida. No cierres sus puertas antes de tiempo.
No creas que todo es malo. No sientas que todo es culpa.
No veas todo oscuro. No pintes todo de negro.

sábado, 30 de mayo de 2009

Ayer, hoy, Los Piojos y lo perdurable.

En diciembre de 1996 mi hermano, recién venido de buenos aires, me entregó en mano el nuevo disco de una banda que estaba destinada a durar: Los Piojos y su Tercer Arco. Ese mismo día, quizás descubriendo mi adolescencia, comenzaba mi primer fanatismo por la música.
Algunos meses después, sería yo el que comenzaría mis primeras armas en ciudad capital, y con ella conocer a mis futuros mejores amigos.
Los Piojos y yo vivimos, quizás contemporáneamente, nuestro propio crecimiento personal.
Trece años después, hoy, se despide aquella banda de mi corazón.
Cómodo, sentados a la mesa del Ruso, tomando los vinos de mi próximo casamiento, vemos como no se quieren ir.
No puedo dejar de pensar que algunas cosas, destinadas a la gloria, se terminan. El Ruso, Diega y yo, seguimos brindando por lo que vendrá.

viernes, 29 de mayo de 2009

Zoogimnasio

El que conversa y no hace nada. El que suspira fuerte. El que está TODO chivado. El que usa ropa elastizada tipo ciclista. El que hace ruido cuando carga y descarga las pesas. El que solo esta trabajado en el torso y tiene piernas de “escarbadientes”. La que usa calzas pero se pone un buzito en la cintura. La que va a levantar pibes. El que va a levantar pibes. El profe. El tímido que recién empieza. El que se mira al espejo todo el tiempo. El que corre en la cinta doscientas horas. El que deja todas las maquinas mojadas con su sudor. La señora gordita. Los que “tirotean” a la del buzito. El gorila que levanta dos mil setecientos kilos y más. El que inventa ejercicios. El que va con el papelito de la rutina a todos lados. El que deja las pesas por cualquier lado. El que va todos los días. El que escucha música con auriculares y canta. El que se detiene a ver todas estas cosas…

Nosotros egoístas

Nosotros egoístas, amigo, te fuiste y nos has dejado solo, con el tiempo y los pensamientos. ¿Te diste cuenta de los vacíos de tu ausencia? ¿Viste nuestras almohadas humedecidas por las noches? Es bello aquello que dejaste pero el recuerdo amargo de tus gestos, martillando en nuestras mentes. Palermo, los tambores sin consuelo y nosotros egoístas. Volverás en cada repique del cuero tibio y nuestras búsquedas en el fondo. El as del ritmo. Hoy ya no somos los mismos.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Peña Don Segundo Barrientos

Desde este espacio se saluda y alienta la creación de la Peña Don Segundo Barrientos.
A todos mis amigos con vivienda o destino en la Ciudad de Trelew, sugiero su lectura.

martes, 26 de mayo de 2009

Bocina

La bocina del vehículo amarillo y negro sonó cortita y lasciva. La cabeza asomaba por debajo del espejo retrovisor, oscura, lúdica. Los dientes sonrientes brillaron pese a todo.
El muchacho en la parada tuvo pensamientos racistas y despectivos. “Piropos para bañarse”, recordó una vieja definición.
La muchacha encorvada, timorata, con anteojos y el pelo sucio, de evidente baja autoestima, sonreía y se tapaba la boca torpemente.

Piedra

Los bogas de Farreira son unos truchos. Muy poco profesionales. Le sacaron a lo largo de todo el proceso como tres palos limpios. Y no hicieron nada. Bah, le mintieron todo el tiempo. Unos chantas”.
El emisario de Su Señoría, abogado también, informaba cuales eran las condiciones del “número uno” para que la sentencia salga favorable.
La decoración de la paqueta confitería también era de piedra.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Cambios

Sentado en su silla de hierro, color marrón, con solo sus hombros apoyados sobre el respaldo y sus largas piernas estiradas y juntas allá a lo lejos, los miraba a todos y a cada uno de ellos.
Había ido con ganas al encuentro después de tanto tiempo. Quería saber como estaban y escuchar de sus bocas las novedades que le habían comentado por ahí.
Mientras los miraba y pensaba en el tiempo que había pasado, se dio cuenta que fue solo eso: tiempo.
Sus personalidades no habían cambiado: el mentiroso, el simpático, el soberbio, el vanidoso, el pirata, el buen tipo, el ambicioso, el jodón, el fiestero, el imbécil. Todas ellas estaban ahí, escondidas detrás de sus caras amigas.
Un doble sentimiento lo invadió, contradictorio: la alegría del recuerdo y la tristeza por la inmutabilidad.
Pensó entonces, nuevamente, en el paso del tiempo y su porque. Advirtió que nada es casualidad, y las distancias no tienen un solo responsable. "La amistad es de iguales o hace a iguales", recordó que le habían enseñado.
Cuando lo invitaron a entrarse aún más en la noche, prefirió volver a casa al calor conyugal.

martes, 19 de mayo de 2009

Orgullo y soledad

Finalmente he entendido algo – me dijo el viejo mirándome desde abajo, levantando mínimamente su cabeza. Se frotaba las manos, a pesar de usar unos viejos y sucios guantes de lana que, por el tiempo, habían pasado a ser morados. Estoy cansado de la soledad de este camastro. Me he visto dormirme frente a la ventana más de una vez, esperando que se vean doblar por aquella esquina las luces de un auto que me venga a buscar. Ahora sé que es tarde y no podré remediar mi situación.
La silla de ruedas, en ese momento, estaba posicionada en paralelo a la cama, con el respaldo sobre la pared color celeste. El anciano dejó de frotarse y necesitó empujar las ruedas cuatro veces para llegarse hasta la ventana de siempre, pasatiempo preferido para esperar la muerte.
He estado equivocado, y vea usted joven que recién hoy termino de darme cuenta. Y lo hago en este cuarto solitario de un albergue rancio, como sus ocupantes. Sepa escuchar mi consejo – dijo enderezando la silla levemente en mi dirección, mientras yo tendía la cama – y advierta que hay sabiduría en mi palabras.
Me detuve un momento para esperar que empiece a hablar así podía continuar con mis tareas. Ya era cerca del mediodía, faltaban solo dos horas para mi cambio de turno. Tenía que terminar de acomodar todo el segundo piso. Lo miré y el viejo continuó: En la vida uno tiene que ser feliz. Siempre y sin excepción. Hay muy pocas obligaciones que son mas importantes que eso y comprenderá con el tiempo que su cumplimiento también lo hace feliz. Sepa que para pelearse esta la vida. Comprenda, que ahora puede, que la familia es lo más importante. Afuera de eso, no hay más. Yo no lo entendí y así lo estoy pagando. Peleado con todos y contra nadie en particular. Peleado conmigo mismo ahora por no haber entendido lo importante.
Dejó de hablar. Miró la ventana y junto sus manos nuevamente.
Cuando terminé de acomodar el cuarto, fui en busca del escobillón y me dirigí hacia la puerta. Estando por cruzar el umbral, retomó: la vida son sentimientos y emociones, nada más. Es sentirse bien con uno mismo y con los que lo quieren. El resto son anécdotas que el mismo tiempo se encargará de borrar. Si hay algo que lo incomoda o lo pone nervioso, va por mal camino. La vida es plenitud. La vida es felicidad. El orgullo solo se lleva bien con la soledad, y no es una amiga que le guste tener. Conserve su alma y su familia. Nada más. Sépalo que tiene tiempo. Después no diga que no fue avisado.
Le dije que si con la cabeza y cerré la puerta.
Me hubiese olvidado pronto de todo ello sino hubiese encontrado la habitación vacía, la mañana siguiente, en mi turno de limpieza.

viernes, 15 de mayo de 2009

No tan distintos

Me enseñaste a manejar, a jugar al fútbol, a las escondidas, a andar en patineta. A ser niño, joven y varón. Te admiré no siempre en silencio.
Te imité en mil cosas, hasta la forma de caminar, hablar y hacer reír.
Somos muy distintos, pero no hay muchas personas a las que me parezca tanto.
Pocos consejos son tan bien recibidos como los tuyos.
Hubo un tiempo en el que te extrañé mucho.
Hoy estoy contento por ser conciente de ello, la importancia de las cosas simples.
Y el futuro se muestra prometedor.
En tu día, un abrazo del alma.

martes, 28 de abril de 2009

Cinta

La cinta daba de frente a un gran espejo. Sobre el espejo un cartel con la leyenda “El uso de las cintas para correr no puede exceder de 20 minutos. Sin excepción. No comprometa al personal. Gracias”. Cuando el reloj de la cinta alcanzó el minuto 21, el joven se le acercó y dijo:

- Señora, ¿le falta mucho? Me gustaría usar esta máquina…
- ¡30 minutos! –
en forma cortante.
- Pero el límite son veinte minutos –
dijo señalando el cartel.
- Ah, no se, es lo que me indicaron.
- Esta bien, pero el cartel es claro.
- Es lo que me indicaron…
- Bien. Me parece que es claro. Igualmente consulto con el personal como hacemos en este caso –
dijo mientras se daba vuelta en busca del encargado del lugar.
- No hables con nadie – alcanzó a decir la señora, mientras el joven se alejaba.

El flaco de bigotes, con reglamentario equipo de gimnasia, estaba charlando con un par de inflamados, de esos que gustan hacer ruidos con las pesas cuando terminan sus ejercicios.

- Disculpame, ¿como es el tema de las cintas? El cartel dice 20 pero la señora que esta corriendo dice que va a estar 30 minutos.
- Esa máquina te deja correr un poquito más.
- ¿Como que “te deja”?
- Claro, te permite marcarle 30. Las otras no.
- Entonces el cartel no corre.
- Si, corre, pero no quiero generar un conflicto justo con esa mujer. Espera un ratito y después corres.


El joven se sentó y mientras insultaba y mascullaba bronca por lo bajo pensaba la definición del argentino medio: “permanente y constante constrictor de las normas”.

viernes, 24 de abril de 2009

Licencias

La conozco. Ya hace varios años. A través de sus gestos anticipo sus respuestas. Sus caras me indican señales, de avance y stop. Puedo saber, casi con certeza científica, cuando reclamar algo, hacer un chiste indiscreto o hasta consultarla sobre sus cuestiones más privadas. También sé cuando callarme la boca y dejarla hablar. Incluso advierto cuando solo me usa en sus insultos para canalizar frustraciones veladas. Ese conocimiento me ha convencido que lo mejor es respirar profundo y contar hasta mil, esperando solo que vengan sus disculpas del caso y reflexión posterior. O que solo pase el temblor.
No he vuelto a contrariarla. No he vuelto a responder sus insultos. Jamás me he permitido liberar esa caterva de crudas respuestas, que tantas veces repasé en aquellos mil segundos. Licencias que ni mis amigos disponen. Licencias que hacen a la paz mental. Un "si" vale más que la razón.

jueves, 23 de abril de 2009

Desaciertos

- Como era tu nombre?
- Verónica.
- Vos estas en Recursos Humanos, no?
- No, en técnica.
- Ah, vos estas cerca de la oficina del Ingeniero Miranda.
- No, de la de Gandía.
- Ah…Me pareció otra cosa. Pensé que hoy te había mandado un mail a vos.
- No, a mi no. ¿De que era?
- No, de algo aburrido. Algo de ingenieros. Je je. Vos no sos ingeniera, no?
- Si, civil.
- Ah. Mira vos. ¿Bajas acá?
- Si. Nos vemos.
- Nos vemos.


Incluso ese diálogo hubiese sido más cómodo que el aturdidor silencio de ese ascensor. Meditó varias cuadras sobre la situación. Jamás tendría el valor. Ella lo merecía.

miércoles, 22 de abril de 2009

Tus deseos son órdenes

Hoy me levanté con una calma pesada en el pecho. Sentí que había un aire especial en mis pulmones. Mi saliva tuvo un gusto distinto y mis pasos sintieron la ansiedad de un tropiezo. Recordé con los lujos del detalle uno de los sueños que había tenido. Un anciano de cuerpo marchito, se me acercó con la bondad de un abuelo. El fondo blanco de sus pasos me dio paz. Sus ojos claros me expresaron dulcemente el amor de sus palabras. Se acercó a mi pecho, dándose fuerza con su bastón gastado e intentó levantar su boca hasta la proximidad de mi oreja. Cuando me incliné levemente, apoyó su mano izquierda sobre mi antebrazo derecho. La sentí calida y amistosa. Con voz baja pero firme me dijo: “Voy a casarme; a tener cuatro hijos, un lindo auto y una casa con vista al mar. Voy a soñarlo y a vivirlo, como me aconsejaron. Voy a hacerlo todo porque así lo quiero y propongo. Voy a jugar el deporte que siempre quise, hasta que mi cuerpo ya no pueda hacerlo. Aprenderé el idioma de mi familia, aunque tenga que intentarlo mil veces. Voy a recibir un salario merecido, justo en el límite de mis pretensiones y, además, otras sumas vivas por mi ingenio. Voy a disfrutar de ese mar de verano por el resto de mis días, en todos ellos. Voy a dejar atrás este calor sofocante y peinaré mis pelos contra el viento del sur. Por que así lo quiero, así lo sueño y vivo. Así me lo aconsejaron. Pedro, Ana, Jazmín y Mateo, uds. que están viniendo, sepan que los estamos esperando con los brazos abiertos y los sueños despiertos. Sepan que aquí vendrán, a pesar de todo. La felicidad no puede estar más allá de todo eso. Tus deseos son órdenes”. Desapareció en su manto de paz blanca dejándo conmigo la claridad del futuro conocido.

Miedo

Es común escuchar algún comentario o gracia al pasar sobre mi parquedad. En otras ocasiones directamente tengo que soportar reclamos sobre mi mala educación y mi falta de caballerosidad. No hay una sola enfermera en el Sanatorio que trabaje con entusiasmo a mi lado. También por eso es que terminé por aclarar que prefiero el trabajo de enfermeros en mis salas de operación. Son más difíciles de conseguir, eso es seguro, pero el ambiente es distintos a pesar de haber agregado un par de motes más a mi prontuario en la sala de café.
La secretaría que tengo compartida con otros profesionales del consultorio me trata con respeto y, ocasionalmente, me sonríe falsamente por compromiso. Es esperable: en parte pago su sueldo. Pero a veces me gustaría no sentir sus puñales críticos en los ojos. Como todo, sigue siendo parte del mismo juego.
Mi hija mayor ha dejado de organizar reuniones en casa, cansada que sus amigas la burlen sobre la “amargura” y sequedad de su viejo. Me lo ha confesado alguna vez, ante mi pregunta.
Es mi voluntad, fue mi elección. No tengo miedo a las críticas arteras por la espalda. No me importa la falta de consideración de todas ellas. Nadie me ha pedido que explique el porque. En definitiva todo se ajusta a la decisión que tomé hace mucho tiempo. En algún momento traté ser solo formal, pero no funcionó. Incluso, interpuse una gentil distancia. Eso fue aún peor.
Así es mi suerte, la que yo elegí. Todo lo que cargo, lo hago por consideración. Todo lo que hago, lo hago por ella…Todo porque tengo miedo. Tengo miedo de mí.

miércoles, 8 de abril de 2009

Problema

"Si no sos parte de la solución, sos parte del problema..." (Eduardo Gonzalez dixit).

Delicias de la vida conyugal (...y sin embargo te amo)

- Gordo, ¿Por qué no vas a comprar frutas mientras yo termino de ordenar la cocina?
- No, Gorda, no me gusta ir solo a la feria. Cuando termines eso, vamos juntos, dale?
- No, andá solo.
- No me gusta. Si queres ordenamos acá y después vamos juntos.
- No, estoy ordenando yo. Vos anda a la feria.
Después de diez minutos de discusión, él agarra la billetera para salir y ella le dice “voy con vos”.
- No, ahora quedate. Me rompiste las pelotas toda la mañana para que vaya solo, así que ahora quedate acá, yo agarro mi ipod y me hago tranquilo la cola de media hora con todas las viejas en la feria roñosa esa.
- No, te acompaño – con cara de orto.
- No, ahora no quiero – con más cara de orto.
Después de otros diez minutos de discusión, él vuelve a tomar la billetera de arriba de la mesa y le dice “bueno, esta bien, Gorda, como vos quieras. No discuto más. Hagamos lo que vos quieras. Vamos”.
- No, me quedo – con cara de orto.
- ¿Que? – con estupor.
- Me quedo ordenando – dice ella agarrando una almohada de la cama deshecha.
- ¿Quién carajo te entiende? – pregunta él, al borde de la locura.
- Claro, yo siempre tengo la culpa de todo – expone ella su muletilla habitual.
- No, Gorda, está bien. La culpa es mía. Traigo frutas – vuelve a tomar la billetera, se coloca los auriculares y eleva el volumen del ipod.

lunes, 30 de marzo de 2009

Temporada

Señores, ingresen al Outlook y, en Calendario, abran una cita nueva para el próximo Primero de Abril. En el renglón correspondiente ingresen “Comienza la temporada de Wiskey”. Efectivamente, el próximo miércoles arranca la campaña de la noble bebida escocesa.
Tradición comenzada con mi amigo el Escocés, este período de tiempo se desarrolla hasta el día 30 de Septiembre, fecha en la cual comenzamos a buscar el calor de una cerveza bien fría o el vermouth más veraniego de un Martini o un buen fernecito.
Pero vos tomas wiskey todo el año, borracho de porquería” podrá replicar en “Comentarios” algunos de mis amigos. Pues bien, puede ser. En definitiva, un buen Wiskey no debe ser rechazado por el mero hecho de encontrarse fuera de temporada.
Sin embargo, nos gusta la fantasía de darle a la buena malta su plazo de exclusividad, durante el cual podemos ahogar “dos peces de hielo en un wiskey on the rocks”, como dijo el miembro Joaquin, teniendo en la mano el justificativo perfecto frente a la patrona: “¡Gorda, estamos en temporada!”.
Como aneda, recordamos el día que el Escoces decidió acompañar la “picada” con un White House y casi nos agarramos a trompadas en su pieza, terminando a los abrazos y promesas de amistad eterna.
En el recuerdo también lo sumo al Bocha, quien me enseñó a gustar del wiskey – “Jameson”, a la sazón – en una mesa de semana del olvidado “Henry Been” (“Hank” para mi y los Nachos con carne que comíamos con el Palmera).
Finalmente diré en cuanto a gustos personales que, si bien encabezo mi ranking con el negro de Juancito Caminador, estoy esperando al miércoles para adquirir una muestra del fiel representante del bourbon americano: Jack Daniels.
Será que en alguna película me quedó picando la línea: “I´m not alone: I´m with Jack and Johnny”.

El Mentón del Profe

El Profe los citó a todos a la Rectoría durante el recreo. “Bueno, muchachos, el miércoles que viene arranca elIintercolegial. Se juega durante tres días en el gimnasio de la 730. Nos tocó en la zona con la 714 y el Nacional”.
El Profe era Sergio Moussef, preceptor del colegio salesiano de la ciudad y, además, profesor de educación física de esos muchachos en la misma institución. El Gordo, como también le decían, era un tipo muy querido por todos los alumnos del colegio. Era un tipo de unos cuarenta años, con varias temporadas en ambos cargos sobre las espaldas, lo que le aportaba un gran manejo de la inconmensurable maza hormonal que representa un colegio secundario mixto.
A los entrenamientos regulares, le vamos a sumar un par de días más: Lunes y Viernes. El que no pueda porque tiene otras actividades, me avisa, pero espero que estén todos porque quiero trabajar bastantes cosas del equipo”, dijo.
El “equipo” era el seleccionado de Handball juveniles del colegio, tradición de la institución. Si bien el colegio siempre tuvo equipos de Volley y Basket, el Handball el que se preparaba con mayor seriedad y tenía mayor proyección en la zona. El Colegio Padre Juan Muzzio fue, tradicionalmente, un colegio de formación salesiana masculina que, en los últimos años, había sumado señoritas a sus cursos. El Handball era la mayor expresión deportiva de esa casa de formación.
- ¿Y quien va a atajar? – preguntó uno de los chicos. Cristian, no?. La pregunta era porque Julio, el arquero del equipo, se había mudado de ciudad con su familia, y Cristian había sido su suplente durante esos años.
- No, el Flaco – dijo el Profe y señaló con el mentón al pibe menor y desgarbado de tercer año que había ingresado no hace mucho al equipo. Todos lo miraron inmediatamente, sorprendidos, lo que llenó de orgullo y vergüenza al Flaco.
Los entrenamientos se sucedieron en la forma planeada. Esa semana, el Flaco se sintió mejor que nunca. Hubo entrenamientos intensivos para todo el equipo, incluido un entrenamiento especial para los arqueros: ejercicios especiales contra la pared en busca de reflejos; ejercicios físicos intensos, para reforzar la capacidad técnica; fusilamientos con pelota, destinados a quitar el miedo del “pique” de la pelota en el cuerpo.
El masoquismo que supone la posición de arquero es innegable. Pero el Flaco siempre decía que su puesto era el más lindo. “El ánimo del equipo depende del arquero. Si el anda bien, el equipo levanta. Si el arquero se bajonea, no hay rendimiento del equipo que pueda contra ello”.
Sintiendo las palabras escuchadas de su hermano, lo motivaba la alta responsabilidad del puesto, lo que contrasta con las escasas posibilidades de éxito que tiene en su intervención: el delantero generalmente dispara al arco desde poca distancia y con gran violencia, por lo que sus posibilidades de éxito son considerablemente superiores a las del arquero. “Además, el arquero – decía - debe comprometer seriamente su físico, pasible de pelotazos en el rostro, las bolas, el abdomen o las piernas. Así, con pocas chances de éxito, el arquero se las debe ingeniar para superar las estadísticas, con la responsabilidad que implica”.
El día miércoles, comenzó el torneo en la forma pautada. Un momento especial vivió el Flaco cuando el Profe le entregó en el vestuario la camiseta de arquero del equipo con el número uno en la espalda: esa misma camiseta amarilla que le había visto usar a su hermano varios años antes, motivo que lo llevo a decir “arquero” cuando le preguntaron en primer año de que quería jugar en el equipo.
El Colegio Padre Juan no tuvo dificultades para superar con éxito su zona. Cómodos triunfos frente a la 714 y el Nacional, colegios sin mucha tradición en el deporte. El Flaco estuvo a la altura de las circunstancias. El primer partido lo vivió con nervios durante los primeros minutos, conciente de que sus compañeros hubiesen preferido que ataje Cristian, todos compañeros en el mismo curso. Sin embargo, tapado el primer remate, se tranquilizó y atajó bastante bien, ganándose las felicitaciones de todos sus compañeros.
En cuartos de final, jugaron contra el Comercial, uno de los clásicos de siempre. Los del Comercial jugaban bastante bien, aunque generalmente trataban de manejarse un poco más allá del reglamento. El partido, como todos los clásicos con ese colegio, fue áspero. Sobre todo porque el Colegio Padre Juan era el colegio los “conchetos”, de los “curas”, de los nenes bien, de plata (a pesar que la cuota del colegio era de solo $37, una ridiculez). Algunas expulsiones por ambos bandos y muchas fricciones en todas las jugadas. El Flaco tuvo otro buen partido, interviniendo quizás un poco más en la dirección de la defensa, claro esta, envalentonado por los buenos desempeños anteriores. Fue triunfo ajustado para el Padre Juan por dos goles.
En la semifinal, el rival más difícil de toda la vida: la ENET, la escuela técnica de la ciudad. En general, sus equipos eran formados con gente de físicos importantes, el cual lo utilizaban con agresividad. Eran además, muchachos de recursos bajos, gustosos de aporrear a los “nenes bien” de la ciudad. Nuevamente, las acciones se dieron en forma similar al partido contra el Comercial. El Padre Juan solo logró sacar ventaja a partir del talento de sus jugadores, quienes si bien no eran de importancia física, todos disponían de una técnica depurada por años de entrenamiento en el colegio.
El rigor de partido también fue sentido por el Flaco. Era tradicional que el extremo izquierdo de la ENET (Llamandú) dirigiera su primer lanzamiento del partido al rostro del portero, como una forma de amedrentar. En esa ocasión, al ver un rostro juvenil, además del primer remate, el extremo decidió dirigir el segundo al abdomen y el tercero a los testículos. El Profe se quedó tranquilo cuando observó que el Flaco siguió saliendo “armado” y con el rostro en alto al cuarto disparo del puntero.
Ganada la serie, la final del intercolegial sería al otro día, contra el local: la 730. Este colegio no contaba con tradición en el deporte, pero se había manejado como para acceder a la instancia final, beneficiado con una llave ventajosa.
El Rector del colegio local dispuso la celebración de la final para el día viernes, a las 12 hs., resolviendo que todos los alumnos del colegio podían faltar a la última hora de clase, con la condición que asistieran al encuentro. Resultado, el gimnasio era una caldera con más de tres mil personas. Era la oportunidad para obtener el intercolegial y derrotar a “los putitos del Muzzio”.
Desde que entró el equipo, el estadio se transformó en un solo insulto para todos los jugadores visitantes. El clásico uniforme verde del Muzzio se transformó desde ese mismo momento en el fundamento de todos los cantos, los cuales prácticamente se olvidaron de alentar a su propio equipo. El Flaco recibió en forma individual, como todos, algún que otro insulto ("Que lo vengan a ver / que lo vengan a ver / eso no es un arquero / es una puta de cabaret").
Sin misterios, el partido fue ganado de comienzo a fin por el Muzzio. Los de verde estuvieron delante en el marcador todo el partido, sin dudas por su superioridad técnica y dominio de juego, pero por sobre todo gracias al Flaco. Ese día el portero se vistió de titular indiscutido para el seleccionado de Handball del Colegio Padre Juan Muzzio. A su regular y correcto desempeño en el torneo le agregó una actuación soberbia, que no pudo hacer más que madurar el triunfo de los “Curas”.
El Flaco atajó (algunos desviados) doce de los quince penales que le marcaron a su equipo, impidió goles de contrataque en mano a mano con el delantero rival que ingresaba en carrera por el medio del área, salvó pelotas con la punta de sus extremidades, todas extendidas en el aire, provocando rebotes en sus antebrazos, piernas, hombros, etc. Incluso atajó el lanzamiento seguro del “Circulador” quien tomó el mismo rebote que dejó el arquero tras un lanzamiento del armador izquierdo: su pecho sintió el duro golpe del disparo, para la humillación de los tres mil presentes aquel mediodía.
A partir del segundo tiempo, todos los gritos e insultos fueron dirigidos hacia él, concientes que el gran responsable de la fiesta fracasada era ese rubio largo y flaco, de colores brillosos, que atajaba todos y cada uno de los embates de los representantes de su colegio.
Ante el silbato final, todos los abrazos fueron para él.
Es probable que, superados casi quince años, nadie recuerde tanto ese día como aquí se evoca. Probablemente, ese partido solo sea un vago recuerdo en una nebulosa, incluida la memoria de los mismos campeones. Sin lugar a dudas, el “Mentón del Profe”, ya en la montonera triunfal en mitad de cancha sobre el rubio portero, debe haber sido olvidada por todos. Solo el Flaco en ese momento lo recordaba. Aún lo hace.

lunes, 23 de marzo de 2009

Horrible

- Ruso, yo voy de 9.
- Sos horrible de 9, Chupa. No hacías uno...
- Esta bien...

miércoles, 11 de marzo de 2009

Se manchó la pelota...




La punta del iceberg se podría haber disuelto con un café.
La inconmensurable masa debajo de la superficie no.
Ni héroes ni villanos, no existen verdades a media luz.
Pierde el fútbol de Argentina. Pierde la ilusión de muchos.
Se manchó la pelota. Sea quien sea el del barro.

viernes, 6 de marzo de 2009

Historia

Tomé el diario mientras le alcanzaba el billete de $10. La tapa hablaba de los insultos de las señoras de la plaza al sector agrario y al general del desierto (a pesar de las distancias).
- Así es mi amigo, me dijo el anciano del puesto de diarios, evaluar la historia con los criterios del presente es opinar con el diario del lunes. No se olvide ud. también que la historia la escriben los que ganan.
- ¡Ah! ¿Por eso es que Pigna es un pelotudo?, preguntó el pibe que le hace el reparto.
- Efectivamente, m`hijo, dijo el viejo.
Metí el vuelto en el bolsillo, sonreí amargamente y dije un hasta luego que se perdió entre los ruidos de la calle.

martes, 3 de marzo de 2009

El eco de un golpe seco

“Cuando lo vi, un odio me invadió el pecho como un calor creciente. El Petiso canchero compartía conmigo el colectivo que nos llevaba hacia el avión, con rumbo al sur. “Siempre fui un cobarde”, pensé y supe que jamás haría algo para vengar mi bronca. Recordé las imágenes y el odio se transformó en un escalofrío que recorrió mi espalda.

El balón quedó corto en el tiro de mi marca. Dio con fuerza en la parte de adelante del aro. El rebote fue a dar a la altura de la marca para lanzar tiros libres. Un poco hacia la izquierda. Ganado el rebote, el balón cruzó los aires hacia mi, quien ya corría la contra. La recibí, solo, a la altura de la mitad de la cancha. Un doble fácil. Entrando a la zona del equipo rival, quise asegurar mi soledad. Lo vi al Petiso persiguiéndome, recién a la altura de la mitad de la cancha. Un par de piques, paso derecho, paso izquierdo, una bandeja tranquila…

Cuando voy a dejar el balón cerca del rectángulo que hace las veces de marco para el aro, un golpe seco, pero que a la vez retumbó en el viejo gimnasio de chapas, me sorprendió al punto que casi doblo mi tobillo al caer. El Petiso, no se como, no solo logró alcanzarme, sino que me metió una “tapa” descomunal. Violenta. Soberbia como él mismo. El árbitro tuvo que ir a buscar la pelota dentro de los baños femeninos.

Los aullidos, el “gaste” y las cargadas fueron sostenidas durante varios segundos, mientras yo trataba de meterme dentro de la tierra por un buen rato.

No recuerdo como termino ese partido. Calculo que habremos perdido. Yo, seguramente, no pude levantar mi nivel de juego.

El Petiso ahora va subiendo la escalera del avión. Me parece que sigue midiendo como en aquel momento, a nuestros 15 años, un metro sesenta centímetros aproximadamente. Si bien le saco unos treinta, sigo pensando que jamás voy a tener mi revancha.

Espero que tenga aerofobia…”

jueves, 26 de febrero de 2009

Consecuencia

"El sexo es una consecuencia, no un medio para el amor" (Ruso dixit).

miércoles, 25 de febrero de 2009

Jagger y nuestro pelo gris

No es la primera vez que escucho una letra y me acuerdo de vos, no?

Evening Gown

People say that I'm high class
But I'm low down all the while
People think that I'm crazy
When I flash that california smile

But I can still paint the town
All the colour of your evening gown
While I'm waiting for your blonde hair
To turn grey

People say I'm a drinker
But I'm sober half the time
People say I'm a loser
But I get lucky on the side

Yeah but I can still paint the town
All the colour of your evening gown
While I'm waiting for your blonde hair
To turn grey

All my life I waited for
Someone who would show where the bliss is
All my life I waited for
Someone who would take me past the kissing

People say I'm a loner
I like to get lost in the crowds
People call me a dresser
I wear my sports clothes way too loud

Yeah but I can still paint the town
I can shake it and turn it upside down
While I'm waiting for your blonde hair
While I'm waiting for your blonde hair
While I'm waiting for your blonde hair
To turn grey

martes, 24 de febrero de 2009

24 de Febrero

La aguja del reloj y su mochila se han detenido en 29.
Cuestión complicada sumarle meses al documento.
Sobre todo si el teléfono no conoce de llamadas,
Y los recuerdos de la gente se desvanecen.
Hoy los dividendos sonríen al balance
y el corazón lastimado rejuvenece.
La balanza, expectante, se vio inclinada hacia la izquierda.
Un colchón que absorba el golpe, del tiempo y sus jueguitos.
Una pastilla para el dolor, por haber sido uno mismo,
durante mucho y tanto tiempo.
Salud a mis amigos. Gracias por los cumplidos.

lunes, 23 de febrero de 2009

Un pacto para vivir

Siempre pensé que mi desinterés por la política nacional e internacional se debía a características propias derivadas de algún tipo de reacción ante ciertas “obsesiones” familiares con el tema (similar sentimiento con la práctica litúrgica). Siempre asumí que los continuos programas políticos que el televisor familiar reproducía provocaron mi infantil hastío.

Con el tiempo y mi madurez fui dejando aquella idea para comenzar a interesarme en la praxis de la política nacional. Naturalmente, toda persona, quiera o no, lo relacione o no, tiene sus ideas políticas. Claramente, no he sido la excepción.

Lamento de esa etapa que mis alboreas creencias se dieron de bruces con la mediocre política argentina, inyectada de corrupción, vulgaridad y escasa conciencia cívica en pos del verdadero bien común, entendido este como creación de las condiciones necesarias para que la comunidad entera pueda mejorar sus condiciones de vida.

Sin perjuicio de ello, advierto que actualmente me encuentro a poco de ingresar en la cuarta década de mi vida y, con ello, mi interés político se acrecienta, estimulado por ciertos “reverdeceres” en el fárrago político.

Ahora, si bien confieso que sigo denostando muchas de las viciadas prácticas políticas vernáculas, ello no me impulsa actualmente a cambiar el canal o pasar la hoja del diario, sino a reflexionar un poco más al respecto, sobre todo en aquellos valores, estructuras y programas que deberían ser modificados en torno a, lo que creo, un camino justo y progresista (en el sentido literal del término y no el político).

Siendo así, me gustaría, para ejercicio propio, exponer aquellas condiciones que creo esenciales para el desarrollo nacional, en el entendimiento que disponemos de una tierra bendita que nos abre diariamente la posibilidad de escaparnos de la mezquindad que nos viste.

(i) Pacto Político.

Realmente envidio a naciones hermanas cuando descubro que sus dirigentes han sido capaces de olvidar sus rencillas particulares para abrir paso a una solución conjunta que declare estructuras básicas, pétreas y permanentes de crecimiento.

Lamentablemente, por egoísmos personales, vivimos en el reino del ahora o, por lo menos, de los próximos cuatro años. Nuestros líderes toman sus decisiones en base a sus proyectos políticos personales, planeando políticas estrechas con una gestión económica que nunca supera el lustro (ocho años en el mejor de los casos).

En este sentido, leo con pena propia la entereza democrática y patria de naciones como Chile, España o Estados Unidos, quienes – con diferencias políticas internas – respetan ciertos cánones que no se destinan a otra que cosa que no sea a la grandeza de su Patria.

Entiendo que un pacto político de esa naturaleza precisa de una madurez política que, quizás, carecemos. Sin embargo, creo también que un camino de esa naturaleza debe ser iniciado en algún momento, para grandeza de nuestra Nación, en virtud que el mismo debe ser transcurrido ardua y trabajosamente, conducido por el diálogo altruista y conciente del bien común implicado.

Con esta plataforma, creo que este acuerdo debe contener ciertos ítems que hacen al mencionado crecimiento. Si bien tengo mi opinión respecto de cada uno de ellos, creo que este acuerdo político debe estar estructurado alrededor de la educación como prioridad nacional, Federalismo, modelo productivo nacional, Control de Poderes y fortalecimiento de la democracia.

(ii) Educación.

Sinceramente creo que esta es la única que puede levantarnos del triste lugar que hoy día ocupamos y confirmar las potencialidades que disponemos. Estoy absolutamente convencido que la ignorancia es la madre de todos nuestras flaquezas, y no hay problema que no pueda ser superado con ciudadanos educados y dirigentes preparados.

En este sentido, creo que deben ser estimuladas políticas de plena educación, secundario incluido, con mejoramiento de institutos terciarios y universitarios nacionales. Esta debería ser la prioridad de nuestra Nación, destinando esfuerzos y recursos para propiciar la vuelta de los menores a los centros educativos.

No se me escapan las penurias que viven hoy día muchos menores para ser asistidos en este sentido. Creo en este aspecto que, si bien es arduo y lento el camino, debe ir de la mano con la inclusión laboral de los mayores y tutores de esos menores, en la forma que se propone en los puntos venideros que tratan el problema económico de nuestro país.

(iii) Federalismo.

Nuestra Constitución es claramente federal. Ello ha sido por mandato histórico y se encuentra enraizada en los corazones de la mayoría de los argentinos. Sin embargo, paulatinamente el poder político y – sobre todo – económico se ha ido centralizando en el Gobierno Nacional y la Capital Federal.

En este aspecto, creo que debe ser emulada la estructura formada por los Estados Unidos, país que, con muchos aspectos negativos, tiene algunas enseñanzas para darnos (sumo al federalismo, el alto espíritu democrático reflejado en la asunción presidencial del Sr. Obama). Un claro ejemplo de la fortaleza que representa un federalismo amplio es la dada por las distintas grandes y pujantes ciudades que existen en el país del norte. Se pueden nombrar cuanto menos 20 ciudades altamente desarrolladas, con un índice poblacional y social siempre en aumento. Esto contrasta claramente con lo visto en nuestro país, donde contamos con pocas ciudades desarrolladas y grandes extensiones de territorio para incentivar.

En síntesis, creo que debería fortalecerse el federalismo recortando los poderes del Gobierno Nacional y ampliando los poderes de las Provincias. Aquí es fundamental una ley de coparticipación de los ingresos clara y ágil, con la asignación de recursos necesarios para que las Provincias puedan desarrollar sus capacidades.

Creo que la síntesis debería ser, a contrario de lo que se ve hoy en día en cuanto el poder central dispone de todos los recursos provocando el sometimiento de gobernadores por una dádiva, que las Provincias deben ser ricas, no el Gobierno Central.

Con la disponibilidad de facultades y recursos, las Provincias desarrollan sus capacidades a la máxima expresión, beneficiando no solo a sus habitantes sino a la Nación entera, en virtud de lo que se dirá más adelante respecto de las regiones y la especialidad y modelo productivo que aspiramos.

También en este aspecto es importante el desarrollo de Regiones internas, tal lo permite nuestra Constitución Nacional. La conjunción de recursos de diversas provincias y regiones no puede mas que repercutir en su beneficio y del país entero. Zonas como el NOA, el Litoral, Centro, Patagonia, Cuyo, etc. fortalecerán su posición y mejoraran su situación si suman esfuerzos y capacidades.

(iv) Especialidad productiva y modelo productivo nacional.

Creo que nuestro país – y en este sentido es importante el Pacto Político – debería resolver con claridad cual es el modelo productivo que desarrollará. En este sentido, debe tenerse la plena conciencia de los recursos con los que contamos y especializarnos en una determinada actividad, industria o campo de la producción.

Comprendo que, en este sentido, debemos ser un país que otorgue clara importancia y preeminencia al sector agroindustrial. Entiendo que deben desarrollarse las productos del campo, y a partid de ahí construir las industrias vinculadas. Esto claramente debe realizarse a través de incentivos y programas destinados a tal fin. De esta forma seremos competitivos antes el mundo, lo que mejorará nuestra posición interna.

En este punto, clara es la necesidad de promover la reapertura a los mercados internacionales, ya que a ellos constituyen la otra cara de la moneda en el proyecto de producción agro industrial.

(v) Eficiencia y reducción estatal.

Entiendo que es aconsejable que el Estado abandone su rol de permanente suministrador para desempeñar un papel subsidiario en la actividad privada. En este sentido, comprendo que los subsidios deberían ser excepciones contadas para ciertas actividades que precisan de un acompañamiento inicial.

El Estado debería enfundarse en un papel subsidiario, limitándose a crear las condiciones necesarias para que los ciudadanos crezcan a través de su esfuerzo y capacidad. Los recursos estatales deberían ser utilizados, a través de inversiones, para crear condiciones que provoquen crecimiento de los ciudadanos y no para satisfacer necesidades transitorias de los mismos: es el cuento de enseñarte a pescar o darte un pescado. En el primer caso, te doy de comer por siempre, en el segundo, solo te alimento un día.

De esta forma, el Estado se limitaría a proveer de forma correcta y eficiente, aquellos servicios que son inherentes a su condición: educación, salud pública, seguridad.

Dentro de esta idea, puede incluirse la eficiencia impositiva, la que se resume con menor carga fiscal condicionada a una mayor inversión del sector privado, todo ello acompañado de un efectivo control fiscal que evite la evasión en todos sus órdenes. La política de subsidios debería ser reemplazada por políticas de ventajas impositivas, con el objeto dicho de promover la inversión.

(vi) Calidad Institucional.

Comprendo como necesaria una reforma constitucional urgente en cuanto se muestra como imperante la necesidad de reforzar los mecanismos de control del poder central. El mecanismo de frenos y contrapesos hoy hace agua en diversas facetas, como por ejemplo, delegación de funciones legislativas al poder ejecutivo, elección y remoción de jueces a través del Consejo de la Magistratura, etc. Entiendo que debe proponer una rigidez en este aspecto, sobre todo con el fin de abandonar estructuras de excesivo poder unificado en el ejecutivo.

Por su parte, entiendo necesario promover la refundación del sistema electoral, con el objeto de promulgar un procedimiento claro y ágil, tendiendo a la eliminación del clientelismo político.

Finalmente, creo necesario resaltar la necesidad imperiosa que, más allá de funcionarios partidos políticos, plataformas, fórmulas, proyectos e ideas, la sociedad argentina y cada uno de sus individuos, tome urgente conciencia sobre su responsabilidad en la transformación nacional.

Así como cada uno de nosotros no puede quejarse sobre la suciedad que presentan nuestras urbes, si somos nosotros mismos quienes arrojamos nuestros residuos, envoltorios y papeles sobre las mismas, debemos saber que la transformación de valores y estructuras, solo serán dadas a partir del esfuerzo individual. Cada una de nuestras miserias colectivas, responde a nuestros defectos colectivos, y esta en nosotros modificarlos para obtener resultados diversos.

Por la grandeza que nos supo cobijar y el talento potencial que disponemos en reserva, ruego por la valentía y el coraje necesarios para lograr esta reforma cultural y social argentina.

Convide Rutero (IV)

Entre el madrugón que imponía el dueño de casa por su viaje a la Sierra, y el festín de mi que se hicieron los mosquitos, salí temprano para Buenos Aires. Desayuno reglamentario en la YPF de Canals y a combatir el asfalto.

Como primer pensamiento, entre el sol que me daba justo en la frente y el dolor que provocaban mis mediocres gafas, decidí comprarme un buen par de anteojos de una maldita vez (NdR: volví hace una semana y todavía no lo hice).

Si bien el trayecto fue entretenido en general (la ruta siempre fue de un solo carril, pero el tránsito liviano no sofocó demasiado la cuestión), debo decir que odio a los “Pueblos Ruteros”. Como imaginarán, son aquellas poblaciones que se asientan y crecen a lo largo de la ruta. Conclusión: esta se transforma en una avenida, se debe aminorar la marcha, frenar en los distintos semáforos (¡Por Dios, Venado Tuerto, un mínimo de sincronización, por favor!) y toparse con el Chacarero que te tira su camioneta a paso de hombre sobre la ruta cuando a vos te faltan 200 mts y venís a 120 km/h (¡Pelotudo!).

Musicalmente, el viaje fue un decente random dado por las distintas radios que iba “enganchando”. Nunca sabré el nombre, pero no puedo dejar de mencionar los continuados “Killer Reggaetones” que me regaló aquella estación de Arrecifes. Diez de la matina, meneo al volante.

Atravesando San Antonio de Areco me arrepentí un poco de haber salido tan temprano y no pasar por allí con el timming necesario como para derrapar en la primera parrilla rutera que se me presentara. Aclaro que un buen bife de chorizo jugoso, con fritas, “yelo” y “…de la casa”, hubiese justificado cualquier demora.

Finalmente, me sentí aliviado cuando pisé la autopista en Pilar y el Meriva se deslizó en reforma sobre su carril izquierdo. Una vez llegado, breve reunión familiar, para luego dejarme llevar hasta mí añorado sommiere.

Pienso que superé el trayecto. Que disfruté más de lo que había pensado. Que tuve oportunidad de reflexionar sobre algunos temas y dedicarme más a algunas cuestiones olvidadas. No voy a decir que me encontré a mi mismo, pero sin lugar a dudas que disfruté del viaje y mi compañía.

viernes, 20 de febrero de 2009

Costa Pobre

En la Republica de Costa Pobre,
el panorama es bien oscuro.
Generalísimo y fundador del Partido,
este, sin dudas, nuestro cáncer nacional.

Responsable e instigador de cuantos vicios culturales,
la corrupción, la vagancia y la ignorancia.
Todas ellas, licencias, que han dado fama seria,
al espíritu de estas tierras, inundadas en miseria.

Alguna vez el Partido fue justicia y equidad.
Dejó entrar el sol nuevo por sus ventanas,
Hoy, éstas, deformadas, continúan pisoteadas,
Por aquellos que viven su gran fiesta ordinaria,
que hoy en día no nos sale muy barata.

Costa Pobre, flaco espíritu doliente,
Marchando gris, sangrante y maloliente,
surgirá únicamente del fárrago pestilente,
usando las herramientas que los padres fundadores
Han dejado como herencia.

Aquellas prácticas delincuentes, se combaten con astucia,
Más se precisan hombres probos, que sacudan estructuras,
levantando bien el polvo de una Nación maltratada,
que cuenta con la educación como su esperaza y espada.

Convide Rutero (III)

Córdoba fue decepcionante. El disco del Negro Alvarez me pareció una estafa. Me reí algunas veces para no sentirme tan violado por el precio que pagué. La Ruta 8 esta hecha pedazos, con mucho tráfico (Río Cuarto es una desgracia) y en única vía. El mal humor se multiplicaba por las horas de viaje y su incomodidad.

En Villa Reducción el viaje levantó un poco porque (i) el Palmer me llamó para confirmarme que había comprado carne, (ii) faltaba poco y (iii) el grito de Juan Carlos Saravia en “A Doña María Ríos” (volví a Los Chalchas pos fracaso de Alvarez) me hizo aullar de alegría.

Como comentario adicional, un ruido en el motor del Meriva me empezó a preocupar. Pasados los 110 km/h parecía quee el electro ventilador iba a salir volando. Sin embargo, por su intermitencia, dudé si se trataba de algún chiflido que entraba por la puerta lateral chocada. Al final, el auto jamás se detuvo por eso y calculo que no sabré nunca el origen de ese sonido.

Viendo la inmensidad de cuadros con soja, pensé que si la Sra. Presidente no se da cuenta en el país que vivimos, pocas esperanzas tenemos en adelante.

Llegado a Canals, era momento de suspender el viaje hasta la mañana siguiente. Tiramos a las brasas con el Palmera, su mujer y otros amigos, unas carnes hermosas, descorché algunos tubos que traía de Mendoza y nos dimos a la charla con uno de mis hermanos del alma. Igual no fue lo que hubiese querido, porque a la mañana había que salir temprano y, si bien el vino estaba bueno y el reencuentro ameno, no era cuestión de lamentar resacas.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Ricardo

Ricardo siempre fue un atorrante. Un típico atorrante. Siempre tuvo su barra de amigos. Salió de joda. Disfrutó su juventud mientras la tuvo en la mano. De tantas minas que tuvo, a la vuelta del camino, fue una la que sacó la llave del contacto. Adentrado a la familia, también se puso el traje debido. Hasta la estructura familiar era lo que mandaba el manual: el nene y la nena.

Ricardito hoy es ya adulto. Se fue del país para poder vivir su vida sin sentencias. Se encuentra en la otra orilla de su padre, flameando banderas multicolores, gritando lo orgulloso que está de serlo. Ricardo lo ama como un padre a un hijo, y comprende su camino.

Hoy en el café, con un pucho en la mano, me confesó que también entiende a los que no lo aceptan.

Cristal

El hemisferio del corazón no habla por hablar.
Tampoco lo hace solo por vanidad sino por que ha triunfado.
Lo hace también por que quiere, pero sobre todo por que puede.
Por que así se lo han permitido, quienes compartimos su culpa.
Amolda la realidad de la forma en que le conviene,
Barnizando lo que no lustra sus bronces ni engorda sus alforjas.
Con dulce palabras románticas siempre ha llevado el agua a su molino.
La hipocresía y Maniqueo siempre le han dado factura.
Un crimen no difiere por el balcón donde se juzgue,
Sino que solo se distingue por su naturaleza.
Mi parcial amigo, la realidad siempre ha sido una,
Por mas que ensuciemos el cristal por donde observamos.
Sino, quien te ha dado acaso el derecho de decir lo que es verdad,
Si para ti ella no es unidad sino versiones de quien la mire?
Si a la fuerza, ellos lo han aprendido, ¿cuando lo harás tu,
mi sordo y autoritario amigo?

Convide Rutero (II)

San Luis fue la gran sorpresa del viaje. San Luis, es otra cosa. Por lo menos, existe una imagen de la familia al poder y, prejuzga, que su crecimiento y desarrollo es una mas de las fantasías acostumbradas de la fauna política.

Sin embargo, en lo que hace a este viaje, San Luis mostró una cara completamente distinta. Desde el ingreso mismo a la Provincia hasta su último metro, se abrió ante mi una majestuosa autopista. El excelente asfalto le dio visa de velocidad al Meriva, quien consumió kilómetros y combustible en forma acelerada. Lejos de ser este un mensaje político, creo con justicia resaltar lo que la provincia puntana me mostró.

El punto alto musical en medio de esa bonanza vial lo dio Chakay Manta, acompañados por mis alaridos y excitación. Por su parte, El Mareao me hizo acordar al Escocés. Quizás por eso me mandó un mensaje a las cuatro de la mañana desde Museum, algo sentimental.

Como comentario simpático – quizás uno mas de los que acompañan a la mencionada familia puntana, recordando aquel casamiento que me encontró compartiendo pista de baile con el ex presidente, quien abrazando una copia de Ingrid Grudke, me comentó eufórico: “¡Trabajando es la única forma que este país sale adelante!” -, toda la autovía se encuentra iluminada por postes de luz ubicados cada cien metros – lo que no es un dato menor -, pintados con colores vivos como el rosado, fucsia, amarillo, azul, colorado, etc. Ninguno blanco o negro. Pintoresco.

A 25 kilómetros de San Luis, sonaron los acordes de los 60 Granaderos. Como es sabido, esta canción comienza diciendo “Bajo el Cristo Redentor”. Me volví a acordar de mi vieja, quien sintió los efectos de la altura en tal excursión, lo que motivo su inconveniente cardíaco y pulmonar, causa de mi viaje a tierras cuyanas. El tema no deja de ser hermoso. De hecho, a pesar de todo, justamente genera la emoción de los aventureros cuando el guía de la excursión lo reproduce al llegar al sitio. Pensé en San Martin, nuevamente.

Como último comentario, a cuento de la amenaza del cambio climático, me llamó la atención encontrar en San Luis un paisaje similar al pampeano, con sus cuadros multicolores, en variaciones emparentadas con el amarillo y el verde. Según me comentarían después, ello se debe a que la provincia puntana estaría gozando de mayores índices de precipitaciones que las provincias de la pampa húmeda.

En el peaje entre San Luis y Villa Mercedes, felicité al puntano del peaje por la autopista recorrida y me dispuse a alcanzar la segunda de dichas ciudades, ávido de combustible y descanso para mis piernas. Ya en la YPF, me pareció apropiado darle un descanso a Los Chalchas e ingresar a la gran Córdoba escuchando los chistes del Negro Álvarez. Jamás pensé que iba a pagar $28 por un disco de chistes. En fin. El viaje seguía siendo una gran experiencia.

martes, 17 de febrero de 2009

Convide Rutero (I)

En una semana muy difícil, hacer el milenio de kilómetros entre Mendoza y Buenos Aires, parecía un remate acorde. Naturalmente, un viaje en soledad genera dudas sobre su tedio. A priori, puede ser entendido mas como una carga que como una ventaja. Asimismo, amén de ser mi debut “rutero” solitario, también era un trayecto desconocido.

Sin embargo, debo aclarar que la Ruta tiene un contenido atractivo: genera las mejores conversaciones, es un espacio para la reflexión, se puede escuchar buena música. La Ruta, en cierto sentido, dispara los mismos sentidos que el mar y su tranquilidad.

Mendoza es una ciudad maravillosa, recomendable. Es prueba viva respecto de los logros que se pueden tener con planificación e inteligencia. Siendo una zona de escasa humedad, no hay calle que no esté cerrada por un frondoso techo arbóreo. No hay en el país veredas más anchas y cómodas que las mendocinas. En cada esquina puede verse el respeto, casi religioso, por las normas de tránsito.

Con este antecedente, la excelente autovía que despide la ciudad es una muestra más de aquella recomendación. Pasado el mediodía, el bólido prestado enfiló hacia el Este, en busca del destino marcado. Repetí varias veces, como lo escuché a lo largo de la semana con esa dulce entonación cuyana, “Que t´vaia bonito”.

Debo confesar que a lo largo de varios kilómetros, estuve tentado a dejarme subyugar por alguno de esos carteles que prometían los mejores vinos artesanales y pateros, sin mencionar las tentadoras bodegas turísticas. Resolví seguir, seguro de no poder contenerme ante una gentil degustación.

La autopista mendocina corta su veloz paso un poco después de la localidad de San Martín. Según el experto sanmartiniano R.P. Walter, esta localidad lleva el nombre del mayor prócer argentino (Maradona no sabe un cuerno de nada, y menos si propone otras figuras para tal honor; mucho menos lo sabe Hamilton, a quien también el excusado lo debe haber encontrado mas de una vez agitando su adolescencia) en virtud que allí se encontraba el campo del General. Éste, terminada la – heroica - campaña de los Andes, devolvió dichas hectáreas en virtud que estas le habían sido entregadas por el Gobierno de la Provincia como colaboración en su labor, el cual él ya entendía concluida. Si bien ello es lo debido, en el país de la dádiva y el cohecho, es extraño ver este tipo de acciones y, al menos, es justo mencionarlo.

Aquel General argentino – uno de los pocos ejemplos en la historia sobre los que pueden decirse que el personaje dejó al poder y no al revés - también ha motivado en la provincia cuyana que diversas calles, pasajes, parques, cerros, comercios, y básicamente todo aquello que puede ser bautizado, lleve su nombre.

Volviendo al periplo, como dijimos, la ruta mostró por primera vez su lado agreste, con un asfalto emparchado y de simple vía. En un escenario así, tuve que sacar mi mano derecha del “apoya-cabezas” del asiento lateral y prestar más atención a sobrepasos y velocidades.

Pensando en mi gran amigo Filip (de meteórica y felizmente envidiable carrera profesional), recordé que me había prestado como acompañante de viaje los 50 Años de Los Chalchaleros. “Ruta, folclore y mate, siempre es una buena idea” pensé.

Acomodado el reproductor, entre Colonia Sur y las Chacritas, los desechos diseminados en el camino daban cuenta de la grave imprudencia vivida entre una camioneta y un camión con transporte de cervezas. No viendo ninguno de los participantes del siniestro, pensé macabramente que el alcohol no es recomendable para conducir.

Salido de la larga fila de autos que el control policial ordenó, sonaron los acoples de Zamba de Vargas, los cuales siempre conmueven el corazón nacionalista del historiador arriba mencionado. Como dije, la ruta es buen espacio para escuchar música y, subido el volumen, me enteré de aquella batalla, quizás, génesis de la rivalidad entre Riojanos y Santiagueños.

"Bravos santiagueños
-dijo Taboada-
vencer o la muerte
vuelvan su cara.
Por la tierra querida,
demos la vida para triunfar"
Y ahí no más a la banda
la vieja zamba mandó a tocar".

Confieso que esta estrofa me dio la piel de pollo las cuatro veces seguidas que reproduje la canción.

Varios kilómetros antes del Desaguadero (límite entre Mendoza y San Luis) me llevé la primera sorpresa de esta repetida viveza criolla. En una ruta carcomida y de carriles individuales, en un páramo de la pre cordillera argentina, displicente y risueña, se erige una cabina de peaje. Por dos pesos y pico…te dejan seguir transitando por una ruta que no muestra mejora visible. Consultado el indiferente muchacho sobre cual era el concepto que se estaba pagando, me dijo fríamente “San Martin - Desaguadero”…¡el trayecto que no es autopista! Creo que este incidente, de alguna manera, prueba que los mendocinos son argentinos, a pesar de todo.

Los Chalchas siguieron el viaje hasta el mismo Desaguadero. Metros antes, nublaron mi vista con Mama Vieja. Quien repase su letra entenderá su prosa sensible, sobre todo si el viaje de turno fue por un amague cardíaco de la mía.
Adelante se abría San Luis, sorprendente, en una segunda estapa del viaje.