Caminando por la calle distraído te encontró,
recostada sobre un cantero, asfixiada en dolor,
esperando que aquel otro te viera lamentar en él.
Le extrañó ver la intensa humedad sobre vos,
y, de estructura sedosa, ese color primaveral.
Lamentabas su holganza y su doble conducción.
Un pétalo sobre la calle, triste en amor y rencor.
Pero allí te encontraste con él y su fiel devoción.
Entendiste madurando a poco, que un buen libro
se escribe a diario y usando siempre un corrector.
También despacio te fuiste subiendo convencida,
siempre un tren sobre rieles, es buen prometedor
Aquel pétalo tirado, hoy es dulce y fragante rosal.
Seguro destino por delante, esperando multiplicar.
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