Alma nueva, rocío de luz, esperanza bella,
Sol de mis mañanas y energía por mis venas.
Serena princesa, dulce amor, felicidad plena.
Es tu voz tan dulce y tierna,
tus cabellos de mil brillos,
y en mi mente tus sonrisas.
Tus deseos ya son órdenes.
Que me destruyo con tu llanto,
y me desarmo entre tus risas.
Que me deshago con tus besos,
y me alimento en tus caricias.
Cuanto te caigas y lastimes,
cuando te levantes y sonrías,
Estaré cargándote en mis brazos
y, con besos, lavando tus mejillas.
Te pido me tengas paciencia,
y, a Dios, equilibrio y Justicia,
será siempre mi objetivo
darte valores y herramientas.
Hare todo lo que pueda.
Sacrificaré toda mi vida.
Viviré para cuidarte.
Te amaré hasta que muera.
1 comentario:
Así es, tal como dices. Es algo que no tiene devolución, que uno acepta sin probarlo y sin conocerlo.
Saludos
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