Miré, en el fondo, el espacio vacío de la cómoda y allí estaba.
Un sentimiento escondido, de varios años hasta ver la luz.
Caído y olvidado, estaba cubierto en polvo y susurros, como si me quisiese decir algo y sus voces se hubiesen retirado, hace tiempo.
Lo tomé con ambas manos y lo puse frente a mi. Lo miré con ternura, y le dije que me perdone. Le acomodé los suspiros y lo llevé hasta mi oído. Las voces seguían imperceptibles y mi corazón comenzó a ponerse gris.
Tomé una de las lágrimas de mis mejillas y humedecí sus labios. Volvió a intentar hablar. Esta vez el hilo imperceptible de voz, logró reforzarse hasta emitir algún sonido engañoso.
Caí sobre mis rodillas y no pude contener el llanto y mis voces de lamento. El pecho cerrado encorvó mi espalda y apoye el sentimiento sobre mi boca.
Lo miré nuevamente y fue él quien tomó varias de mis lágrimas para refrescar su cara.
Me hizo señas para que me acerque. Lo hice hasta apoyar una de mis mejillas contra él.
Me abrazó y se apoderó de mi, mientras mis manos fueron a cubrir mi rostro.
Se acomodó frente a mi oído nuevamente y susurró con vigor: “Soy tu tristeza”.
Un sentimiento escondido, de varios años hasta ver la luz.
Caído y olvidado, estaba cubierto en polvo y susurros, como si me quisiese decir algo y sus voces se hubiesen retirado, hace tiempo.
Lo tomé con ambas manos y lo puse frente a mi. Lo miré con ternura, y le dije que me perdone. Le acomodé los suspiros y lo llevé hasta mi oído. Las voces seguían imperceptibles y mi corazón comenzó a ponerse gris.
Tomé una de las lágrimas de mis mejillas y humedecí sus labios. Volvió a intentar hablar. Esta vez el hilo imperceptible de voz, logró reforzarse hasta emitir algún sonido engañoso.
Caí sobre mis rodillas y no pude contener el llanto y mis voces de lamento. El pecho cerrado encorvó mi espalda y apoye el sentimiento sobre mi boca.
Lo miré nuevamente y fue él quien tomó varias de mis lágrimas para refrescar su cara.
Me hizo señas para que me acerque. Lo hice hasta apoyar una de mis mejillas contra él.
Me abrazó y se apoderó de mi, mientras mis manos fueron a cubrir mi rostro.
Se acomodó frente a mi oído nuevamente y susurró con vigor: “Soy tu tristeza”.
3 comentarios:
Escrito mientras escuchaba la canción "A long December" de Counting Crows.
Para ver: http://www.youtube.com/watch?v=EkHX4BS4zeo&feature=related
Yo no se de donde carajo sacás estas cosas...
A vos te dieron de comer otra cosa? o te formatearon de grande?
Abrazo de gol, como siempre.
GW/PMY
Gracias Gus!!!
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