Norah Jones canta su canción,
mientras el reloj devora mi mañana laboral.
Intenta distraerme de mis obligaciones "urgentes".
Lo hace por que sabe que tendrá éxito.
que me acordaré de vos, pidiéndome que la pase otra vez.
Y, en eso, buscaré con el cursor la página virgen del monitor,
intentando escribirte lo que me inspira esa canción.
El tiempo sigue apurando y, en verdad, no me puedo demorar.
Pero creo que al menos, un segundo, vale la pena esperar.
Sonreir solo en mi oficina y pensar en tus muecas divertidas.
En tu piel de porcelana y gestos de enamorada.
El reloj no le da tregua a nadie,
pero creo que el mundo no va a explotar
si me detengo solo un segundo a decirte que soy feliz,
Y que te amo de la única forma que es posible.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario