martes, 9 de junio de 2009

Reicito Atchis y la Protectora

El infante, Reicito “Atchis”, se escondía en su fortaleza, asustado por el temor de los ataques. Las paredes de su reino pendían solo del equilibrio y él, encerrado, solo confiaba en su Protectora. Reía y lloraba, de la alegría a la tristeza, ánimos que cambiaba solo cuando la veía a ella.
El terrible enemigo acechaba y planeaba su secuestro, siempre impedidos por su dulce Protectora.
El infante Rey, regordete, blanco y rosado, se sentía preferido y feliz, a pesar de los peligros. Ella siempre lo cuidaba, ella siempre lo abrazaba. Amor y ternura es todo lo que ella inspiraba.

Muchas cosas cambian. Otras no tanto: tu dulzura y cuidado siguen estando. Feliz cumpleaños, “Tatita”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias, Reicito, por el recuerdo. Y también por la protección que ahora me devolvés, cuando han pasado casi 30 años de aquellos juegos.

Anónimo dijo...

Me haria feliz que hoy el amor y proteccion fuera un triangulo y no dos pares y un tercero afuera......... que hubiera un cambio.