martes, 28 de abril de 2009

Cinta

La cinta daba de frente a un gran espejo. Sobre el espejo un cartel con la leyenda “El uso de las cintas para correr no puede exceder de 20 minutos. Sin excepción. No comprometa al personal. Gracias”. Cuando el reloj de la cinta alcanzó el minuto 21, el joven se le acercó y dijo:

- Señora, ¿le falta mucho? Me gustaría usar esta máquina…
- ¡30 minutos! –
en forma cortante.
- Pero el límite son veinte minutos –
dijo señalando el cartel.
- Ah, no se, es lo que me indicaron.
- Esta bien, pero el cartel es claro.
- Es lo que me indicaron…
- Bien. Me parece que es claro. Igualmente consulto con el personal como hacemos en este caso –
dijo mientras se daba vuelta en busca del encargado del lugar.
- No hables con nadie – alcanzó a decir la señora, mientras el joven se alejaba.

El flaco de bigotes, con reglamentario equipo de gimnasia, estaba charlando con un par de inflamados, de esos que gustan hacer ruidos con las pesas cuando terminan sus ejercicios.

- Disculpame, ¿como es el tema de las cintas? El cartel dice 20 pero la señora que esta corriendo dice que va a estar 30 minutos.
- Esa máquina te deja correr un poquito más.
- ¿Como que “te deja”?
- Claro, te permite marcarle 30. Las otras no.
- Entonces el cartel no corre.
- Si, corre, pero no quiero generar un conflicto justo con esa mujer. Espera un ratito y después corres.


El joven se sentó y mientras insultaba y mascullaba bronca por lo bajo pensaba la definición del argentino medio: “permanente y constante constrictor de las normas”.

4 comentarios:

El Alemán dijo...

NdA: Hecho "casi" verídico que presencié ayer mientras estaba en el mismo gimnasio. La reflexión final del joven, obviamente, es mía.

Anónimo dijo...

La realidad es que para correr están las plazas. Es malisimo correr en cintas, además de aburrido.

El Alemán dijo...

Es opinable, no?.
El cuento va a la claridad de la norma y la actitud contraria.
Sds.

Anónimo dijo...

Y correr en una plaza es divertidisimo... Repetís todo cada cuatro cuadras.
GW.