La bocina del vehículo amarillo y negro sonó cortita y lasciva. La cabeza asomaba por debajo del espejo retrovisor, oscura, lúdica. Los dientes sonrientes brillaron pese a todo.
El muchacho en la parada tuvo pensamientos racistas y despectivos. “Piropos para bañarse”, recordó una vieja definición.
La muchacha encorvada, timorata, con anteojos y el pelo sucio, de evidente baja autoestima, sonreía y se tapaba la boca torpemente.
El muchacho en la parada tuvo pensamientos racistas y despectivos. “Piropos para bañarse”, recordó una vieja definición.
La muchacha encorvada, timorata, con anteojos y el pelo sucio, de evidente baja autoestima, sonreía y se tapaba la boca torpemente.
1 comentario:
Es claro que no existe un manual del levante. Es claro.
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