jueves, 26 de febrero de 2009

Consecuencia

"El sexo es una consecuencia, no un medio para el amor" (Ruso dixit).

miércoles, 25 de febrero de 2009

Jagger y nuestro pelo gris

No es la primera vez que escucho una letra y me acuerdo de vos, no?

Evening Gown

People say that I'm high class
But I'm low down all the while
People think that I'm crazy
When I flash that california smile

But I can still paint the town
All the colour of your evening gown
While I'm waiting for your blonde hair
To turn grey

People say I'm a drinker
But I'm sober half the time
People say I'm a loser
But I get lucky on the side

Yeah but I can still paint the town
All the colour of your evening gown
While I'm waiting for your blonde hair
To turn grey

All my life I waited for
Someone who would show where the bliss is
All my life I waited for
Someone who would take me past the kissing

People say I'm a loner
I like to get lost in the crowds
People call me a dresser
I wear my sports clothes way too loud

Yeah but I can still paint the town
I can shake it and turn it upside down
While I'm waiting for your blonde hair
While I'm waiting for your blonde hair
While I'm waiting for your blonde hair
To turn grey

martes, 24 de febrero de 2009

24 de Febrero

La aguja del reloj y su mochila se han detenido en 29.
Cuestión complicada sumarle meses al documento.
Sobre todo si el teléfono no conoce de llamadas,
Y los recuerdos de la gente se desvanecen.
Hoy los dividendos sonríen al balance
y el corazón lastimado rejuvenece.
La balanza, expectante, se vio inclinada hacia la izquierda.
Un colchón que absorba el golpe, del tiempo y sus jueguitos.
Una pastilla para el dolor, por haber sido uno mismo,
durante mucho y tanto tiempo.
Salud a mis amigos. Gracias por los cumplidos.

lunes, 23 de febrero de 2009

Un pacto para vivir

Siempre pensé que mi desinterés por la política nacional e internacional se debía a características propias derivadas de algún tipo de reacción ante ciertas “obsesiones” familiares con el tema (similar sentimiento con la práctica litúrgica). Siempre asumí que los continuos programas políticos que el televisor familiar reproducía provocaron mi infantil hastío.

Con el tiempo y mi madurez fui dejando aquella idea para comenzar a interesarme en la praxis de la política nacional. Naturalmente, toda persona, quiera o no, lo relacione o no, tiene sus ideas políticas. Claramente, no he sido la excepción.

Lamento de esa etapa que mis alboreas creencias se dieron de bruces con la mediocre política argentina, inyectada de corrupción, vulgaridad y escasa conciencia cívica en pos del verdadero bien común, entendido este como creación de las condiciones necesarias para que la comunidad entera pueda mejorar sus condiciones de vida.

Sin perjuicio de ello, advierto que actualmente me encuentro a poco de ingresar en la cuarta década de mi vida y, con ello, mi interés político se acrecienta, estimulado por ciertos “reverdeceres” en el fárrago político.

Ahora, si bien confieso que sigo denostando muchas de las viciadas prácticas políticas vernáculas, ello no me impulsa actualmente a cambiar el canal o pasar la hoja del diario, sino a reflexionar un poco más al respecto, sobre todo en aquellos valores, estructuras y programas que deberían ser modificados en torno a, lo que creo, un camino justo y progresista (en el sentido literal del término y no el político).

Siendo así, me gustaría, para ejercicio propio, exponer aquellas condiciones que creo esenciales para el desarrollo nacional, en el entendimiento que disponemos de una tierra bendita que nos abre diariamente la posibilidad de escaparnos de la mezquindad que nos viste.

(i) Pacto Político.

Realmente envidio a naciones hermanas cuando descubro que sus dirigentes han sido capaces de olvidar sus rencillas particulares para abrir paso a una solución conjunta que declare estructuras básicas, pétreas y permanentes de crecimiento.

Lamentablemente, por egoísmos personales, vivimos en el reino del ahora o, por lo menos, de los próximos cuatro años. Nuestros líderes toman sus decisiones en base a sus proyectos políticos personales, planeando políticas estrechas con una gestión económica que nunca supera el lustro (ocho años en el mejor de los casos).

En este sentido, leo con pena propia la entereza democrática y patria de naciones como Chile, España o Estados Unidos, quienes – con diferencias políticas internas – respetan ciertos cánones que no se destinan a otra que cosa que no sea a la grandeza de su Patria.

Entiendo que un pacto político de esa naturaleza precisa de una madurez política que, quizás, carecemos. Sin embargo, creo también que un camino de esa naturaleza debe ser iniciado en algún momento, para grandeza de nuestra Nación, en virtud que el mismo debe ser transcurrido ardua y trabajosamente, conducido por el diálogo altruista y conciente del bien común implicado.

Con esta plataforma, creo que este acuerdo debe contener ciertos ítems que hacen al mencionado crecimiento. Si bien tengo mi opinión respecto de cada uno de ellos, creo que este acuerdo político debe estar estructurado alrededor de la educación como prioridad nacional, Federalismo, modelo productivo nacional, Control de Poderes y fortalecimiento de la democracia.

(ii) Educación.

Sinceramente creo que esta es la única que puede levantarnos del triste lugar que hoy día ocupamos y confirmar las potencialidades que disponemos. Estoy absolutamente convencido que la ignorancia es la madre de todos nuestras flaquezas, y no hay problema que no pueda ser superado con ciudadanos educados y dirigentes preparados.

En este sentido, creo que deben ser estimuladas políticas de plena educación, secundario incluido, con mejoramiento de institutos terciarios y universitarios nacionales. Esta debería ser la prioridad de nuestra Nación, destinando esfuerzos y recursos para propiciar la vuelta de los menores a los centros educativos.

No se me escapan las penurias que viven hoy día muchos menores para ser asistidos en este sentido. Creo en este aspecto que, si bien es arduo y lento el camino, debe ir de la mano con la inclusión laboral de los mayores y tutores de esos menores, en la forma que se propone en los puntos venideros que tratan el problema económico de nuestro país.

(iii) Federalismo.

Nuestra Constitución es claramente federal. Ello ha sido por mandato histórico y se encuentra enraizada en los corazones de la mayoría de los argentinos. Sin embargo, paulatinamente el poder político y – sobre todo – económico se ha ido centralizando en el Gobierno Nacional y la Capital Federal.

En este aspecto, creo que debe ser emulada la estructura formada por los Estados Unidos, país que, con muchos aspectos negativos, tiene algunas enseñanzas para darnos (sumo al federalismo, el alto espíritu democrático reflejado en la asunción presidencial del Sr. Obama). Un claro ejemplo de la fortaleza que representa un federalismo amplio es la dada por las distintas grandes y pujantes ciudades que existen en el país del norte. Se pueden nombrar cuanto menos 20 ciudades altamente desarrolladas, con un índice poblacional y social siempre en aumento. Esto contrasta claramente con lo visto en nuestro país, donde contamos con pocas ciudades desarrolladas y grandes extensiones de territorio para incentivar.

En síntesis, creo que debería fortalecerse el federalismo recortando los poderes del Gobierno Nacional y ampliando los poderes de las Provincias. Aquí es fundamental una ley de coparticipación de los ingresos clara y ágil, con la asignación de recursos necesarios para que las Provincias puedan desarrollar sus capacidades.

Creo que la síntesis debería ser, a contrario de lo que se ve hoy en día en cuanto el poder central dispone de todos los recursos provocando el sometimiento de gobernadores por una dádiva, que las Provincias deben ser ricas, no el Gobierno Central.

Con la disponibilidad de facultades y recursos, las Provincias desarrollan sus capacidades a la máxima expresión, beneficiando no solo a sus habitantes sino a la Nación entera, en virtud de lo que se dirá más adelante respecto de las regiones y la especialidad y modelo productivo que aspiramos.

También en este aspecto es importante el desarrollo de Regiones internas, tal lo permite nuestra Constitución Nacional. La conjunción de recursos de diversas provincias y regiones no puede mas que repercutir en su beneficio y del país entero. Zonas como el NOA, el Litoral, Centro, Patagonia, Cuyo, etc. fortalecerán su posición y mejoraran su situación si suman esfuerzos y capacidades.

(iv) Especialidad productiva y modelo productivo nacional.

Creo que nuestro país – y en este sentido es importante el Pacto Político – debería resolver con claridad cual es el modelo productivo que desarrollará. En este sentido, debe tenerse la plena conciencia de los recursos con los que contamos y especializarnos en una determinada actividad, industria o campo de la producción.

Comprendo que, en este sentido, debemos ser un país que otorgue clara importancia y preeminencia al sector agroindustrial. Entiendo que deben desarrollarse las productos del campo, y a partid de ahí construir las industrias vinculadas. Esto claramente debe realizarse a través de incentivos y programas destinados a tal fin. De esta forma seremos competitivos antes el mundo, lo que mejorará nuestra posición interna.

En este punto, clara es la necesidad de promover la reapertura a los mercados internacionales, ya que a ellos constituyen la otra cara de la moneda en el proyecto de producción agro industrial.

(v) Eficiencia y reducción estatal.

Entiendo que es aconsejable que el Estado abandone su rol de permanente suministrador para desempeñar un papel subsidiario en la actividad privada. En este sentido, comprendo que los subsidios deberían ser excepciones contadas para ciertas actividades que precisan de un acompañamiento inicial.

El Estado debería enfundarse en un papel subsidiario, limitándose a crear las condiciones necesarias para que los ciudadanos crezcan a través de su esfuerzo y capacidad. Los recursos estatales deberían ser utilizados, a través de inversiones, para crear condiciones que provoquen crecimiento de los ciudadanos y no para satisfacer necesidades transitorias de los mismos: es el cuento de enseñarte a pescar o darte un pescado. En el primer caso, te doy de comer por siempre, en el segundo, solo te alimento un día.

De esta forma, el Estado se limitaría a proveer de forma correcta y eficiente, aquellos servicios que son inherentes a su condición: educación, salud pública, seguridad.

Dentro de esta idea, puede incluirse la eficiencia impositiva, la que se resume con menor carga fiscal condicionada a una mayor inversión del sector privado, todo ello acompañado de un efectivo control fiscal que evite la evasión en todos sus órdenes. La política de subsidios debería ser reemplazada por políticas de ventajas impositivas, con el objeto dicho de promover la inversión.

(vi) Calidad Institucional.

Comprendo como necesaria una reforma constitucional urgente en cuanto se muestra como imperante la necesidad de reforzar los mecanismos de control del poder central. El mecanismo de frenos y contrapesos hoy hace agua en diversas facetas, como por ejemplo, delegación de funciones legislativas al poder ejecutivo, elección y remoción de jueces a través del Consejo de la Magistratura, etc. Entiendo que debe proponer una rigidez en este aspecto, sobre todo con el fin de abandonar estructuras de excesivo poder unificado en el ejecutivo.

Por su parte, entiendo necesario promover la refundación del sistema electoral, con el objeto de promulgar un procedimiento claro y ágil, tendiendo a la eliminación del clientelismo político.

Finalmente, creo necesario resaltar la necesidad imperiosa que, más allá de funcionarios partidos políticos, plataformas, fórmulas, proyectos e ideas, la sociedad argentina y cada uno de sus individuos, tome urgente conciencia sobre su responsabilidad en la transformación nacional.

Así como cada uno de nosotros no puede quejarse sobre la suciedad que presentan nuestras urbes, si somos nosotros mismos quienes arrojamos nuestros residuos, envoltorios y papeles sobre las mismas, debemos saber que la transformación de valores y estructuras, solo serán dadas a partir del esfuerzo individual. Cada una de nuestras miserias colectivas, responde a nuestros defectos colectivos, y esta en nosotros modificarlos para obtener resultados diversos.

Por la grandeza que nos supo cobijar y el talento potencial que disponemos en reserva, ruego por la valentía y el coraje necesarios para lograr esta reforma cultural y social argentina.

Convide Rutero (IV)

Entre el madrugón que imponía el dueño de casa por su viaje a la Sierra, y el festín de mi que se hicieron los mosquitos, salí temprano para Buenos Aires. Desayuno reglamentario en la YPF de Canals y a combatir el asfalto.

Como primer pensamiento, entre el sol que me daba justo en la frente y el dolor que provocaban mis mediocres gafas, decidí comprarme un buen par de anteojos de una maldita vez (NdR: volví hace una semana y todavía no lo hice).

Si bien el trayecto fue entretenido en general (la ruta siempre fue de un solo carril, pero el tránsito liviano no sofocó demasiado la cuestión), debo decir que odio a los “Pueblos Ruteros”. Como imaginarán, son aquellas poblaciones que se asientan y crecen a lo largo de la ruta. Conclusión: esta se transforma en una avenida, se debe aminorar la marcha, frenar en los distintos semáforos (¡Por Dios, Venado Tuerto, un mínimo de sincronización, por favor!) y toparse con el Chacarero que te tira su camioneta a paso de hombre sobre la ruta cuando a vos te faltan 200 mts y venís a 120 km/h (¡Pelotudo!).

Musicalmente, el viaje fue un decente random dado por las distintas radios que iba “enganchando”. Nunca sabré el nombre, pero no puedo dejar de mencionar los continuados “Killer Reggaetones” que me regaló aquella estación de Arrecifes. Diez de la matina, meneo al volante.

Atravesando San Antonio de Areco me arrepentí un poco de haber salido tan temprano y no pasar por allí con el timming necesario como para derrapar en la primera parrilla rutera que se me presentara. Aclaro que un buen bife de chorizo jugoso, con fritas, “yelo” y “…de la casa”, hubiese justificado cualquier demora.

Finalmente, me sentí aliviado cuando pisé la autopista en Pilar y el Meriva se deslizó en reforma sobre su carril izquierdo. Una vez llegado, breve reunión familiar, para luego dejarme llevar hasta mí añorado sommiere.

Pienso que superé el trayecto. Que disfruté más de lo que había pensado. Que tuve oportunidad de reflexionar sobre algunos temas y dedicarme más a algunas cuestiones olvidadas. No voy a decir que me encontré a mi mismo, pero sin lugar a dudas que disfruté del viaje y mi compañía.

viernes, 20 de febrero de 2009

Costa Pobre

En la Republica de Costa Pobre,
el panorama es bien oscuro.
Generalísimo y fundador del Partido,
este, sin dudas, nuestro cáncer nacional.

Responsable e instigador de cuantos vicios culturales,
la corrupción, la vagancia y la ignorancia.
Todas ellas, licencias, que han dado fama seria,
al espíritu de estas tierras, inundadas en miseria.

Alguna vez el Partido fue justicia y equidad.
Dejó entrar el sol nuevo por sus ventanas,
Hoy, éstas, deformadas, continúan pisoteadas,
Por aquellos que viven su gran fiesta ordinaria,
que hoy en día no nos sale muy barata.

Costa Pobre, flaco espíritu doliente,
Marchando gris, sangrante y maloliente,
surgirá únicamente del fárrago pestilente,
usando las herramientas que los padres fundadores
Han dejado como herencia.

Aquellas prácticas delincuentes, se combaten con astucia,
Más se precisan hombres probos, que sacudan estructuras,
levantando bien el polvo de una Nación maltratada,
que cuenta con la educación como su esperaza y espada.

Convide Rutero (III)

Córdoba fue decepcionante. El disco del Negro Alvarez me pareció una estafa. Me reí algunas veces para no sentirme tan violado por el precio que pagué. La Ruta 8 esta hecha pedazos, con mucho tráfico (Río Cuarto es una desgracia) y en única vía. El mal humor se multiplicaba por las horas de viaje y su incomodidad.

En Villa Reducción el viaje levantó un poco porque (i) el Palmer me llamó para confirmarme que había comprado carne, (ii) faltaba poco y (iii) el grito de Juan Carlos Saravia en “A Doña María Ríos” (volví a Los Chalchas pos fracaso de Alvarez) me hizo aullar de alegría.

Como comentario adicional, un ruido en el motor del Meriva me empezó a preocupar. Pasados los 110 km/h parecía quee el electro ventilador iba a salir volando. Sin embargo, por su intermitencia, dudé si se trataba de algún chiflido que entraba por la puerta lateral chocada. Al final, el auto jamás se detuvo por eso y calculo que no sabré nunca el origen de ese sonido.

Viendo la inmensidad de cuadros con soja, pensé que si la Sra. Presidente no se da cuenta en el país que vivimos, pocas esperanzas tenemos en adelante.

Llegado a Canals, era momento de suspender el viaje hasta la mañana siguiente. Tiramos a las brasas con el Palmera, su mujer y otros amigos, unas carnes hermosas, descorché algunos tubos que traía de Mendoza y nos dimos a la charla con uno de mis hermanos del alma. Igual no fue lo que hubiese querido, porque a la mañana había que salir temprano y, si bien el vino estaba bueno y el reencuentro ameno, no era cuestión de lamentar resacas.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Ricardo

Ricardo siempre fue un atorrante. Un típico atorrante. Siempre tuvo su barra de amigos. Salió de joda. Disfrutó su juventud mientras la tuvo en la mano. De tantas minas que tuvo, a la vuelta del camino, fue una la que sacó la llave del contacto. Adentrado a la familia, también se puso el traje debido. Hasta la estructura familiar era lo que mandaba el manual: el nene y la nena.

Ricardito hoy es ya adulto. Se fue del país para poder vivir su vida sin sentencias. Se encuentra en la otra orilla de su padre, flameando banderas multicolores, gritando lo orgulloso que está de serlo. Ricardo lo ama como un padre a un hijo, y comprende su camino.

Hoy en el café, con un pucho en la mano, me confesó que también entiende a los que no lo aceptan.

Cristal

El hemisferio del corazón no habla por hablar.
Tampoco lo hace solo por vanidad sino por que ha triunfado.
Lo hace también por que quiere, pero sobre todo por que puede.
Por que así se lo han permitido, quienes compartimos su culpa.
Amolda la realidad de la forma en que le conviene,
Barnizando lo que no lustra sus bronces ni engorda sus alforjas.
Con dulce palabras románticas siempre ha llevado el agua a su molino.
La hipocresía y Maniqueo siempre le han dado factura.
Un crimen no difiere por el balcón donde se juzgue,
Sino que solo se distingue por su naturaleza.
Mi parcial amigo, la realidad siempre ha sido una,
Por mas que ensuciemos el cristal por donde observamos.
Sino, quien te ha dado acaso el derecho de decir lo que es verdad,
Si para ti ella no es unidad sino versiones de quien la mire?
Si a la fuerza, ellos lo han aprendido, ¿cuando lo harás tu,
mi sordo y autoritario amigo?

Convide Rutero (II)

San Luis fue la gran sorpresa del viaje. San Luis, es otra cosa. Por lo menos, existe una imagen de la familia al poder y, prejuzga, que su crecimiento y desarrollo es una mas de las fantasías acostumbradas de la fauna política.

Sin embargo, en lo que hace a este viaje, San Luis mostró una cara completamente distinta. Desde el ingreso mismo a la Provincia hasta su último metro, se abrió ante mi una majestuosa autopista. El excelente asfalto le dio visa de velocidad al Meriva, quien consumió kilómetros y combustible en forma acelerada. Lejos de ser este un mensaje político, creo con justicia resaltar lo que la provincia puntana me mostró.

El punto alto musical en medio de esa bonanza vial lo dio Chakay Manta, acompañados por mis alaridos y excitación. Por su parte, El Mareao me hizo acordar al Escocés. Quizás por eso me mandó un mensaje a las cuatro de la mañana desde Museum, algo sentimental.

Como comentario simpático – quizás uno mas de los que acompañan a la mencionada familia puntana, recordando aquel casamiento que me encontró compartiendo pista de baile con el ex presidente, quien abrazando una copia de Ingrid Grudke, me comentó eufórico: “¡Trabajando es la única forma que este país sale adelante!” -, toda la autovía se encuentra iluminada por postes de luz ubicados cada cien metros – lo que no es un dato menor -, pintados con colores vivos como el rosado, fucsia, amarillo, azul, colorado, etc. Ninguno blanco o negro. Pintoresco.

A 25 kilómetros de San Luis, sonaron los acordes de los 60 Granaderos. Como es sabido, esta canción comienza diciendo “Bajo el Cristo Redentor”. Me volví a acordar de mi vieja, quien sintió los efectos de la altura en tal excursión, lo que motivo su inconveniente cardíaco y pulmonar, causa de mi viaje a tierras cuyanas. El tema no deja de ser hermoso. De hecho, a pesar de todo, justamente genera la emoción de los aventureros cuando el guía de la excursión lo reproduce al llegar al sitio. Pensé en San Martin, nuevamente.

Como último comentario, a cuento de la amenaza del cambio climático, me llamó la atención encontrar en San Luis un paisaje similar al pampeano, con sus cuadros multicolores, en variaciones emparentadas con el amarillo y el verde. Según me comentarían después, ello se debe a que la provincia puntana estaría gozando de mayores índices de precipitaciones que las provincias de la pampa húmeda.

En el peaje entre San Luis y Villa Mercedes, felicité al puntano del peaje por la autopista recorrida y me dispuse a alcanzar la segunda de dichas ciudades, ávido de combustible y descanso para mis piernas. Ya en la YPF, me pareció apropiado darle un descanso a Los Chalchas e ingresar a la gran Córdoba escuchando los chistes del Negro Álvarez. Jamás pensé que iba a pagar $28 por un disco de chistes. En fin. El viaje seguía siendo una gran experiencia.

martes, 17 de febrero de 2009

Convide Rutero (I)

En una semana muy difícil, hacer el milenio de kilómetros entre Mendoza y Buenos Aires, parecía un remate acorde. Naturalmente, un viaje en soledad genera dudas sobre su tedio. A priori, puede ser entendido mas como una carga que como una ventaja. Asimismo, amén de ser mi debut “rutero” solitario, también era un trayecto desconocido.

Sin embargo, debo aclarar que la Ruta tiene un contenido atractivo: genera las mejores conversaciones, es un espacio para la reflexión, se puede escuchar buena música. La Ruta, en cierto sentido, dispara los mismos sentidos que el mar y su tranquilidad.

Mendoza es una ciudad maravillosa, recomendable. Es prueba viva respecto de los logros que se pueden tener con planificación e inteligencia. Siendo una zona de escasa humedad, no hay calle que no esté cerrada por un frondoso techo arbóreo. No hay en el país veredas más anchas y cómodas que las mendocinas. En cada esquina puede verse el respeto, casi religioso, por las normas de tránsito.

Con este antecedente, la excelente autovía que despide la ciudad es una muestra más de aquella recomendación. Pasado el mediodía, el bólido prestado enfiló hacia el Este, en busca del destino marcado. Repetí varias veces, como lo escuché a lo largo de la semana con esa dulce entonación cuyana, “Que t´vaia bonito”.

Debo confesar que a lo largo de varios kilómetros, estuve tentado a dejarme subyugar por alguno de esos carteles que prometían los mejores vinos artesanales y pateros, sin mencionar las tentadoras bodegas turísticas. Resolví seguir, seguro de no poder contenerme ante una gentil degustación.

La autopista mendocina corta su veloz paso un poco después de la localidad de San Martín. Según el experto sanmartiniano R.P. Walter, esta localidad lleva el nombre del mayor prócer argentino (Maradona no sabe un cuerno de nada, y menos si propone otras figuras para tal honor; mucho menos lo sabe Hamilton, a quien también el excusado lo debe haber encontrado mas de una vez agitando su adolescencia) en virtud que allí se encontraba el campo del General. Éste, terminada la – heroica - campaña de los Andes, devolvió dichas hectáreas en virtud que estas le habían sido entregadas por el Gobierno de la Provincia como colaboración en su labor, el cual él ya entendía concluida. Si bien ello es lo debido, en el país de la dádiva y el cohecho, es extraño ver este tipo de acciones y, al menos, es justo mencionarlo.

Aquel General argentino – uno de los pocos ejemplos en la historia sobre los que pueden decirse que el personaje dejó al poder y no al revés - también ha motivado en la provincia cuyana que diversas calles, pasajes, parques, cerros, comercios, y básicamente todo aquello que puede ser bautizado, lleve su nombre.

Volviendo al periplo, como dijimos, la ruta mostró por primera vez su lado agreste, con un asfalto emparchado y de simple vía. En un escenario así, tuve que sacar mi mano derecha del “apoya-cabezas” del asiento lateral y prestar más atención a sobrepasos y velocidades.

Pensando en mi gran amigo Filip (de meteórica y felizmente envidiable carrera profesional), recordé que me había prestado como acompañante de viaje los 50 Años de Los Chalchaleros. “Ruta, folclore y mate, siempre es una buena idea” pensé.

Acomodado el reproductor, entre Colonia Sur y las Chacritas, los desechos diseminados en el camino daban cuenta de la grave imprudencia vivida entre una camioneta y un camión con transporte de cervezas. No viendo ninguno de los participantes del siniestro, pensé macabramente que el alcohol no es recomendable para conducir.

Salido de la larga fila de autos que el control policial ordenó, sonaron los acoples de Zamba de Vargas, los cuales siempre conmueven el corazón nacionalista del historiador arriba mencionado. Como dije, la ruta es buen espacio para escuchar música y, subido el volumen, me enteré de aquella batalla, quizás, génesis de la rivalidad entre Riojanos y Santiagueños.

"Bravos santiagueños
-dijo Taboada-
vencer o la muerte
vuelvan su cara.
Por la tierra querida,
demos la vida para triunfar"
Y ahí no más a la banda
la vieja zamba mandó a tocar".

Confieso que esta estrofa me dio la piel de pollo las cuatro veces seguidas que reproduje la canción.

Varios kilómetros antes del Desaguadero (límite entre Mendoza y San Luis) me llevé la primera sorpresa de esta repetida viveza criolla. En una ruta carcomida y de carriles individuales, en un páramo de la pre cordillera argentina, displicente y risueña, se erige una cabina de peaje. Por dos pesos y pico…te dejan seguir transitando por una ruta que no muestra mejora visible. Consultado el indiferente muchacho sobre cual era el concepto que se estaba pagando, me dijo fríamente “San Martin - Desaguadero”…¡el trayecto que no es autopista! Creo que este incidente, de alguna manera, prueba que los mendocinos son argentinos, a pesar de todo.

Los Chalchas siguieron el viaje hasta el mismo Desaguadero. Metros antes, nublaron mi vista con Mama Vieja. Quien repase su letra entenderá su prosa sensible, sobre todo si el viaje de turno fue por un amague cardíaco de la mía.
Adelante se abría San Luis, sorprendente, en una segunda estapa del viaje.

miércoles, 4 de febrero de 2009

El Roger

Diego lloraba - y nosotros también lo hacíamos con él - en aquel Junio perdido de 1990. Es verdad que en esa época ya contaba sobre sus espaldas con el lastre que hoy lo sigue haciendo impermeable. El amor incondicional de muchos por hacer lo que hace y decir lo que dice. Ser quien es: el Diego. Pero aquella noche sentimos como él y nos hermanamos con su protección.

El domingo 1ero de Febrero de 2009, Roger Federer nos hizo quererlo un poco más y se ganó un poco de aquel “lastre”. Rod Laver cambiaba de manos frente a sus ojos, y ellos no contenían la decepción. Claro, no es lo mismo un suizo de un argentino, no?. Y tampoco vemos posible que “El Roger” diga que se va a “vacunar” a la “gordi” – quién tendrá mejor puntería que ella, no? -; o que diga que “Nadal debutó con un pibe y por eso se saca los lienzos del orto”, etc. Pero, sin lugar a dudas, hoy lo bancamos un poco mas.