Camino solo en la calle, otra noche en mi soledad.
Espero poder encontrarte, y juntos, ignorar lo demás.
Pincho una nube dormida, vacío los lagos y el mar.
Ni rastros de tu figura, ¡Que no sea una noche más!
Descuelgo las estrellas del cielo, que el sol me ayude a buscar,
No consigo hallar tu cintura, y en ella por fin descansar.
Florezco las rosas de Octubre, y en su néctar tus ojos cristal.
A la luna le digo tu nombre, que a tus labios me sepa guiar.
La lluvia confunde mi rostro, con lágrimas de aquella soledad.
Tristeza es ahora mi nombre, la espera, mi voluntad.
Fausto Rudel
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