martes, 20 de noviembre de 2007

Temón...

Hoy a la mañana estaba caminando por la calle, yendo al trabajo, y puse en el Ipod “Whole lotta love” de Zeppelín. Caminaba con mi portafolios negro colgado al hombro, mi traje color café con leche, zapatos marrones y corbata colorada con pintitas amarillas. La camisa era de color celeste con cuello italiano. Los anteojos de sol redondeaban un cuadro, pienso, bastante formal…algo cancherón, onda “yuppie”.

Pero en mis oídos gritaba Chris Robinson (era la versión de los Black Crowes con Jimmy Page, legendario guitarrista de Zeppelín), y por dentro sentía que tenía ganas de tirar el maletín al oscuro río de Puerto Madero y empezar a aullar como desaforado. Ese riff rockanrolero como pocos, con esa voz aguda que parece partir una piedra en mil pedazos, se apoderaban de mis labios y me hacía repetir “Keep a-coolin, baby – Keep a-coolin - baby”, mostrando en mis ojos algo de esa furia.

En el puente de Estados Unidos, crucé con un par de estudiantes de la UCA ("lo se por su facha", diría alguna canción melosa). Eran dos. Medianos ambos. Venían conversando uno al lado del otro. El que caminaba sobre el lado de la calle, me dejó solo espacio para que pase por su lado pero debiendo ponerme de costado...Casi le arranco el hombro. La guitarra de Page me pedía que siga caminando firme, inmutable, petreo. Seguí haciéndolo, ya con cara de trastornado, escuchando que a mis espaldas decían “¡Pelotudo de mierda!”.

Hay temas como este o como “Welcome to the Jungle” de los Guns & Roses, que te transforman. Vas caminando por la calle y empezas a sentir que estas en un video clip y en cualquier momento sacas una pistola y empezas a “quemar” gente. O estas en tu casa y tenes ganas de bajar y cagarlo a trompadas al portero, solo por que la música te lo pide.

Chris Robinson terminó de aullar y entré a la empresa. “Buenos días, Doctor” me dicen en el ascensor. “Buenos Días” contesté, algo parco. Entré a una reunión y me puse a hablar de unos cambios en un contrato. Estaba mas tranquilo…aunque el riff de Page siguió martillando mi cabeza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy buena loqui, me gusta, me gusta.