Finalizaba el mes de Diciembre del año 1996, y mi hermano recién llegado de Buenos Aires para sus vacaciones estivales me dijo “Escuchate este disco”. Su tapa amarilla con el dibujo de una suerte de Tótem en la tapa no me resultó a primera vista atrayente. Claro, se trataba de “3er Arco”, tercer disco – y despegue - de Los Piojos, una banda cuasi ignota por aquellos días.
Como alguien pone ciertas fechas o hitos históricos para determinar el comienzo de eras o etapas en la historia de la civilización, este hecho seguramente estaría entre los finalistas - junto con mi primer borrachera, mi primer beso o el descubrimiento del primer “caballero” en mi zona púdica – para marcar el comienzo de mi adolescencia.
De cualquier forma, ahí comenzó mi vida con la música. Desde allí, hasta hoy, comparto muchos momentos con alguna “banda de sonido”. “Cada ocasión, tiene su son”, así como cada estado de ánimo es mejor si está sazonado con la canción justa.
Pero Los Piojos fue mi banda adolescente – después se sumó La Renga, claro – lo que me llevó, lógicamente, a usar sus remeras y asistir a sus conciertos. Su cuarto disco, “Azul” ya no me gustó tanto, y “Verde Paisaje del Infierno” fue una suerte de separación de hecho – no podría decir que llegamos al divorcio -. No se porque. Quizás cambié yo. Quizás no lo hicieron ellos. A lo mejor lo hicimos ambos, por distintos caminos.
Hoy venía caminando y puse en el Ipod el nuevo disco de la banda: Civilización. La creo mi reconciliación con el grupo. Me gustó. No íntegramente, pero en su mayoría. El caminar con audífonos te permite apreciar mejor los sonidos, y en ello descubrí un avance interesante, melodías frescas y, también, aquel espíritu que me encontró en una tarde de diciembre de mis últimos años en el sur.
Sentí ganas de aprender a tocar un instrumento. Me sentí bien. Tuve ganas de bailar. De cantar. También tuve un arranque de querer expresarme a través de la música y, por que no, hacer un temita que tenga una musiquita linda y que me haga sentir orgulloso. Lamentablemente, carezco de talento y hasta de uñas para agarrar una guitarra. Por eso es que estoy escribiendo esto, aunque más no sea, quitándome las ganas de decirlo.
3 comentarios:
Supongo que el ayer y el hoy de los piojos incluye también el hecho de que antes te comprabas el CD original y ahora se lo baja de Internep.
Che, esta poronga de blogger no me deja poner la dirección de mi blog. manga de putos.
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Que te recontra...
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